Patear la bola a la Aresep

Recope no propondrá ajustes en el combustible. Muy bien, será falta de transparencia, pero es una oportunidad para transparentar precios

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La inusual disposición de Recope de no volver a proponer un monto específico de ajuste en los precios de los combustibles peca de poco transparente, pero evidencia también, en los nuevos mandos, un estilo precipitado para la toma de decisiones.

Es irracional que en una coyuntura de crecientes costos, la importadora y comercializadora de combustibles anuncie de la noche a la mañana un cambio tan radical sin haber puesto en aviso a los ciudadanos y a la misma Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), la cual es responsable, por ley —y eso nunca se puso en duda—, de aprobar tarifas.

El valor de la gasolina, el diésel y el gas es materia sensible, por lo cual la propuesta tarifaria que hacía la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) se convertía en un preaviso a los ciudadanos para prever el gasto que se les venía dentro de un mes.

Eso murió con la estrategia política de los nuevos mandos de patear la bola a la Aresep y que los precios caigan, de un día para otro, como golazo.

Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. Esta será una oportunidad para que la Autoridad Reguladora desempeñe un papel proactivo en el cálculo y la fijación de las tarifas.

Es una conveniente coyuntura para que los reguladores sean eso, reguladores, y pongan orden en el complejo sistema de compras de gasolina, diésel y gas en el mercado internacional.

Es la tormenta ideal para emitir criterio sobre los pecados y las virtudes de las prácticas de la “Refinadora” al adquirir, importar y comercializar combustibles, pues hay un enigma: ¿Es Recope una buena negociante de precios?

Además, los reguladores tendrán total dominio de los costos de intermediación de Recope para determinar si es justo o exagerado el 6% que cobra sobre la gasolina, o el 7% que carga al diésel sobre el valor final.

Una autoridad reguladora de tarifas debería dar dictamen de las debilidades, pues se supone que regula para poner orden. Se abre una ventana para que la Aresep no solamente imponga tarifas, sino también para que reporte dónde hay amenazas y oportunidades de mejora en los costos.

Lo ideal es que la falta de transparencia de Recope se traduzca, precisamente, en mayor transparencia frente al usuario.