Página quince: No se trata solo de buena voluntad

Respuesta a Daniel Villalobos Céspedes, quien escribió el artículo titulado ‘Con inmenso cariño y profunda gratitud’

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Con el inmenso cariño y la profunda gratitud que siento por este querido pueblo, contesto a Daniel Villalobos Céspedes, quien escribió en este medio un artículo (21/10/2020) con respecto a la carta pública firmada por los expresidentes. Lo hago también con el respeto que profeso a quien de frente expresa su opinión.

Sin sarcasmo ni cinismo, sino con humildad, le explico que siento un cariño muy grande por mis compatriotas. El cariño lo aprendí de los sentimientos cristianos de mis padres, mis maestros y profesores, y se nutre de mi admiración por la ejecutoria nacional construida con esfuerzo y buena voluntad, con capacidad previsora y unión que nos permitió —a pesar de nuestras grandes limitaciones— construir la excepcionalidad costarricense.

Mi gratitud, claro que es profunda, para cada ciudadano que me dio su voto y para quienes no lo hicieron, pero colaboraron con sus trabajos, empresas y visiones al progreso durante mi gobierno.

Mi libro La solución costarricense fue publicado pocos meses después de terminar mi período para comentar con mis conciudadanos las realizaciones en mi gobierno, y lo invito a ver en el sitio del Ministerio de Planificación el rendimiento de cuentas La obra de todos: cuatro años modernizando Costa Rica.

En estas obras conocerá los hechos, las cifras y las realidades, y no simples afirmaciones. Ahí está el respaldo del avance en calidad de la educación, en bajar el nivel de delincuencia y pobreza, en lograr crecimiento económico y disminuir el malestar social y la desconfianza en la institucionalidad democrática.

Claro que el resultado pudo haber sido mejor si me hubieran permitido cumplir lo ofrecido en el Programa de Gobierno Soluciones para el Futuro, presentado en la campaña que me llevó a la presidencia.

En ese programa se propuso potenciar la inversión en infraestructura y los estímulos al crecimiento con: 1. Concesión de obra pública. 2. Competencia en seguros, electricidad y telecomunicaciones, eliminando esos monopolios públicos. 3. disminuyendo la deuda pública mediante la venta del BCR, el INS sin monopolio, Bicsa y Fanal para bajar los intereses en el mercado interno. 4. Con una mejora en la administración tributaria. 5. Con la contención del gasto innecesario y la redistribución para concentrarlo en programas sociales, infraestructura, educación, salud, seguridad pública.

Debido a que los grupos políticos de izquierda engañaron al país y le mintieron al decirle que quería vender el ICE, cuando de lo que se trató fue de abrir sus monopolios a la competencia, no fue posible cumplir los puntos 2 y 3, lo que impidió darle más dinamismo a la economía nacional.

Me duele profundamente no haber sido capaz de convencer al país de que se debía seguir adelante en lo aprobado con mi elección y, por ello, pido excusas a mis compatriotas.

Los otros puntos sí se cumplieron y, para acabar de consolidar la situación fiscal sin demérito para la infraestructura, propusimos la reforma tributaria elaborada por los exministros de Hacienda.

Cumplimos mi compromiso de campaña de fortalecer la seguridad social con la Ley de Protección al Trabajador y la Ley de Paternidad Responsable, recuperamos la infraestructura vial, mejoramos la seguridad ciudadana profesionalizando y tornando civilista la Policía, establecimos la navegación conjunta contra el narcotráfico y no hago la larga lista que usted hallará en los documentos señalados.

Claro que yo soy un ser humano, sometido a las limitaciones de conocimientos, tiempo, geografía y recursos que impiden resolver todos los problemas. Desdichadamente no se trata solo de buena voluntad, como muchos falsamente predican. Estoy seguro de que usted enseña a sus alumnos sobre esas limitaciones.

marodrige@gmail.com

El autor es expresidente de la República.