Madurez

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En abril del 2014, a pocas semanas de asumir el poder, el presidente, Luis Guillermo Solís, afirmaba que el déficit fiscal no debía ser una obsesión. De una u otra forma, en los meses siguientes, el mandatario reiteró el concepto. El déficit, decía, era “administrable”, no era “el más importante ni el único problema” y podía resolverse “mediante el aumento de la producción”, sin “paquetazos fiscales” porque “no estamos al borde de un abismo”.

Las más recientes declaraciones del mandatario revelan la madurez alcanzada en la silla presidencial y una mejor comprensión de los problemas nacionales. La diferencia se advierte, con claridad, en sus propias palabras.

“No estamos al borde de un abismo y lo digo porque he conversado con referentes importantes de la economía local e internacional que me dicen que es administrable (un déficit del 5,4% en el 2013), hay que atenderlo” (entrevista con El Financiero, febrero del 2014).

“La condición de la economía es muy abierta; la economía no aguanta un año, como el próximo, que amenaza con tener un déficit del 6,4% (de la producción) o más” ( La Nación, 31 de julio, 2015).

“La ruta para abatir el déficit fiscal es mediante el aumento de la producción nacional y de la competitividad. Ello implica definir políticas y programas, tanto en el ámbito público como en el privado, que permitan a las empresas incrementar su capacidad de producir riqueza” (informe de los cien días, agosto del 2014).

“Seguimos desconfiando de los paquetazos fiscales que primero traban la Asamblea Legislativa y luego mueren en la Sala Constitucional” (informe de los cien días, agosto del 2014).

“Nuestra opción es no elevar impuestos hasta no dar certeza de que la plata se va a usar bien. Comprenderá que muy poca gente, habiendo visto el informe de los 100 días, querrá darle plata al Estado” ( La Nación , 5 de setiembre, 2014).

El país no aguanta “ni un año más” sin aumentar impuestos” (declaraciones recogidas por La Nación el 31 de julio del 2015).

“Nunca he dicho, porque no lo creo, que este sea el más importante ni el único problema que exige atención urgente del Gobierno y de toda la ciudadanía” (cadena nacional de radio y televisión para defender el presupuesto, octubre del 2014).

“Reconozcámoslo: estamos ante una auténtica bola de nieve, que crece más y más conforme rueda. El endeudamiento público es una bomba de tiempo que debemos desactivar” (mensaje del 1.° de mayo, 2015).