Los desdentados

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Un internamiento clínico inesperado explica la ausencia de esta columna el pasado domingo. Todavía bajo el efecto de las medicinas, intentamos recuperar cuanto habíamos perdido en términos noticiosos y nuestra única sorpresa fue el anuncio de que pronto podrían estar de regreso, en la política de la zona UEFA, los políticos clase A del ranquin que, por razones prácticas, hemos llamado, en español tico-mexicano, la “alta pachucoteca”. No se nos malinterprete. Desde hace algún tiempo venimos tratando de aplicar las reglas básicas de la aritmética al sistema adjetival aplicado por una serie de articulistas serios, entre ellos José Saramago, Umberto Eco y Alessandro Baricco, a ciertos políticos, entre los cuales todavía no figura ninguno de la zona Concacaf ni, mucho menos, del mejenguero local. Por supuesto, el experimento debe ser afinado, pero al menos llegamos a levantar una lista representativa de adjetivos negativos aplicados con mayor o menor elegancia a los grandes cracks de la europolítica y, con base en un sistema balanceado de puntuación, establecimos para cada uno de esos políticos una posición en el ranquin.

El mayor problema fue que trabajábamos con cuatro lenguas romances –español, francés, italiano y portugués–, entre las cuales la sinonimia es casi siempre dudosa. Aun así, “pensando” en español “tico-mexicano”, configuramos una escala comprendida entre el 0 y el 10 en la que el lugar más destacado (9,5 puntos) le correspondió, como era de rigor, a la estrella italiana Silvio Berlusconi y el segundo lugar (8 puntos), por supuesto, el astro francés Nicolas Sarcozy. De ahí que, al enterarnos de que este último se prepara para volver a la política francesa, se nos ocurriese que el siguiente paso será la vuelta del Berlusconi a las canchas itálicas. Sin embargo, ¿cómo se explica la súbita euforia resurreccional de Nicolas?

Para los cangrejos de Ostende, “nada hay oculto bajo el sol”. Todo queda claro gracias a un detalle perdido dentro del libro Merci pour ce moment , de la señora Valérie Trierweiler, exesposa del presidente François Hollande. Cuenta ella que, si bien el “socialista” Hollande se presenta como el defensor de los pobres, en el ámbito privado se refiere a ellos despectivamente como “ les sans-dents ”, o sea, “los desdentados”. Las redes sociales, los partidos políticos de izquierda y de derecha y un amplio sector del mismo PSF han sumergido a François bajo un mar de vituperio que nos obliga a abrir la escala hacia arriba y nos hace pensar que no será superado por ningún derviche saltarín de la zona Concacaf. Vía libre, pues, Nicolas.