Letras de cambio: Una solución al desempleo

Para que los sectores dinámicos de la economía estén en capacidad de crecer más rápido, debemos pensar en traer trabajadores extranjeros.

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El desempleo es uno de los principales problemas que aquejan a Costa Rica. Que la economía crezca muy poco va en contra de su solución. Pero para reducir el desempleo, hay que ir más allá de simplemente hacer que el PIB crezca más rápido.

El profesor de Harvard Ricardo Hausmann, en su artículo “Cómo no pensar sobre la creación de empleo”, publicado en este periódico hace como un mes, nos invita a buscar los factores que limitan la creación de más puestos de trabajo. Para ello, es bueno entender que las actividades dentro de una economía están vinculadas unas a otras, muchas veces de manera complementaria. De ahí que, para surgir, algunas de ellas necesitan el acompañamiento de otras.

Los cirujanos, por ejemplo, no pueden operar si no hay anestesiólogos. Si se quiere que los cirujanos tengan más trabajo, hay que solucionar la falta de anestesiólogos. Las cifras de Costa Rica revelan que buena parte de los desempleados son jóvenes con bajo nivel de educación. Mientras que para aquellos con un alto nivel el desempleo es bajo y sus salarios crecen más rápido que los demás. Dado que los sectores que más crecen son los vinculados a la economía mundial, suena lógico que, para disminuir el desempleo, se diga que hay que enseñar a los jóvenes a hablar inglés y a manejar las nuevas tecnologías. Pero ese cambio no se logra de la noche a la mañana.

Mientras tanto, la escasez de personal capacitado podría estar evitando que surjan más empresas exportadoras y, con ello, la generación de trabajos. No solo directos, sino también sus complementos, los cuales suelen requerir menos educación, como los servicios de limpieza, comida, seguridad, construcción, entre otros.

Para bajar el desempleo, se podría pensar en la entrada de trabajadores extranjeros capacitados. Con ello, los sectores dinámicos estarían en capacidad de crecer aún más rápido, al ver eliminada una de sus limitantes. Lejos de ser competencia para los costarricenses, se crearían más empleos complementarios ligados a esas actividades. A la vez, los extranjeros servirían de educadores en el sitio de trabajo de jóvenes costarricenses que podrían incorporarse más fácilmente al nuevo mundo laboral. Dos pájaros de un tiro.

lmesalles@ecoanalisis.org

El autor es economista.