Letras de cambio: Motivos para celebrar

Cada cual aprovecha esta época para celebrar a su manera. Juzgar, como hacen algunos, es una costumbre que convendría erradicar.

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La época navideña se siente en el ambiente. El portal de Belén, el árbol de Navidad, las coronas de Adviento, las casas y los edificios iluminados, las tiendas decoradas, los tamales, el rompope y el queque navideño. Aunque también se siente en las presas por todo lado, los centros comerciales abarrotados, las fiestas entre compañeros de trabajo y El Chinamo en la tele.

Cada quien aprovecha esta época para celebrar a su manera. Algunos, la dedican a disfrutar la amistad en reuniones con amigos. Unos, lo hacen de manera tranquila, mientras que a otros se les va un poco la mano en la comida o el licor. También están quienes optan por una comunicación más intima con Dios, ya sea en privado o yendo a misa.

Yo no me atrevo a decir que exista una manera correcta de celebrar la Navidad. Eso de estar juzgando lo que hacen los demás es una mala costumbre que convendría erradicar. Cada uno lleva su devoción a su manera y su relación con Dios dentro del corazón. Lo importante no es cómo celebra cada uno, sino por qué celebra.

Lo decía el apóstol Pablo, en Romanos 14, “porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos”.

Es decir, Cristo nació para ser el rey de todos y esa es razón suficiente para celebrar y dar gracias.

En mi caso, me gusta aprovechar esta época para dar gracias por lo que Dios nos da. Tendemos a enfocarnos en lo que nos hace falta, y pocas veces tomamos el tiempo para reflexionar en lo que tenemos. Es cuestión de ver el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío.

Es tiempo de celebrar la familia y los amigos que tenemos. Dar gracias por los que nos acompañan hoy y, también, por quienes nos dejaron y ya no están con nosotros. Estar agradecidos por el trabajo, por la oportunidad de servir a otros mediante lo que hacemos y por lo mucho que recibimos de los demás.

El intercambio de regalos simboliza, precisamente, lo que compartimos unos con otros durante el año. Ese es un motivo para celebrar. ¡Feliz Navidad!

lmesalles@ecoanalisis.org

El autor es economista.