Letras de cambio: Más requisitos antes de autorizar eurobonos

El temor de muchos es que, con menos presión para financiar el déficit, el gobierno afloje en la contención del gasto y en el ímpetu por conseguir la aprobación de las restantes reformas para completar el ajuste fiscal.

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Los diputados debaten en estos días sobre la autorización al gobierno para que emita bonos de deuda externa (eurobonos).

Desde el punto de vista meramente financiero, los eurobonos, como forma de financiar el déficit fiscal, tiene mucho sentido. En el mercado internacional, el gobierno colocaría deuda a tasas de interés más bajas (más barata) y a plazos más largos que los ofrecidos en el mercado nacional, que es muy pequeño.

Aun sin acceso a los eurobonos, la administración puede captar recursos de inversionistas extranjeros que quieran comprar bonos de Costa Rica. Sospecho que algo de eso ha estado pasando porque los niveles de captación han sido elevados en los primeros meses de este año. El problema radica en que, para ello, el Estado ha pagado tasas muy altas.

Con los eurobonos, el gobierno financiaría su déficit a un costo más bajo, y, así, quitaría algo de presión a la subida de las tasas de interés internas. Eso ayudaría, un poco, a la necesitada reactivación económica.

Las dudas que genera la autorización de eurobonos no son de índole financiera, sino política. El temor de muchos (me incluyo entre esos) es que, al tener menos presión para financiar el déficit, el gobierno afloje en la contención del gasto y en el ímpetu por conseguir la aprobación de las reformas restantes para completar el ajuste fiscal.

El gobierno contrarresta esos argumentos esgrimiendo el condicionamiento de cumplir la regla fiscal para ganarse el derecho a adquirir nueva deuda en los años siguientes. El problema es que, tal como está diseñada la regla, la cumpliría si mantiene un crecimiento del gasto corriente (incluida la inversión) del 6 % durante este año. Una meta muy laxa, dada la grave situación fiscal.

La historia de Costa Rica nos muestra que hemos sido malportados en lo referido a la administración de las finanzas públicas. Se ha repartido, a manos llenas, privilegios a muchos grupos.

¿Qué nos hace pensar que esta vez será diferente y el gobierno controlará arduamente el gasto, aun teniendo acceso a fondos de deuda externa?

Por más que uno confíe en los miembros del equipo económico del presidente, Carlos Alvarado, me parece que la autorización para emitir eurobonos debería acompañarse de más condiciones, no solamente de la regla fiscal. Viendo el payaso, soltando la risa.

lmesalles@ecoanalisis.org

El autor es economista.