Lecciones de un Barça en crisis

El equipo catalán es ejemplo del resultado que se obtiene cuando los recursos son mal invertidos y se aumenta el gasto por encima de la capacidad de generar ingresos

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Una auditoría realizada a las finanzas del Fútbol Club Barcelona —mi querido Barça—, hecha pública esta semana, revela una situación económica desastrosa. El que fue el equipo de ensueño durante un tiempo (el «Dream Team»), hoy se encuentra, prácticamente, en la bancarrota.

La causa de la debacle es lo que típicamente sucede cuando clubes deportivos, igual que las empresas o países, toman malas decisiones administrativas que elevan los gastos muy por encima de su capacidad para generar ingresos, acompañadas de inversiones que no rinden lo esperado. La contratación de jugadores a precios astronómicos, con salarios que asustan a cualquiera, para luego obtener un rendimiento «subpar» —desde el punto de vista deportivo y de mercadeo—, es la causa principal del desastre financiero del Barça.

Tras de estar mal, viene la crisis de la pandemia y sus restricciones para evitar concentraciones masivas en los estadios. Las ventas del club cayeron fuertemente y desnudaron, aún mas, las consecuencias de las malas decisiones del pasado.

La crisis económica se tradujo, casi de inmediato, en una crisis deportiva. De tener el Barça una plantilla de lujo, conformada por jugadores de altísima calidad, incluido uno de los mejores de la historia del fútbol, el equipo hoy no asusta a nadie.

Lo sucedido al Barça nos demuestra que no se puede vivir únicamente de las glorias del pasado. Si no se cuida lo bueno que se ha hecho hasta ahora, todo desaparece en un santiamén. Igualmente, si no se invierte bien, es imposible mantener, y menos mejorar, lo que se tiene.

Si no se gastan los recursos disponibles de manera responsable y en consonancia con la capacidad de generar ingresos, la situación se torna insostenible. Recurrir al endeudamiento para financiar gasto corriente o malas inversiones tiene el efecto de alargar la agonía.

Ahora que empieza la campaña política en nuestro país, vale la pena reflexionar sobre lo que le ha sucedido al Barça. Hemos estado al borde del colapso financiero, producto de una estructura de gasto público por encima de la capacidad productiva del país y de lo mal que hemos invertido en educación, infraestructura pública y energía en años recientes.

Sepamos elegir a un buen líder, entre los muchos candidatos disponibles, que sea capaz de enderezar el rumbo del país y llevarnos a jugar en la primera división mundial.

lmesalles@ecoanalisis.org

El autor es economista.