Japdeva juega a la ruleta

La institución evidencia un pésimo criterio para escoger los proyectos en los que invertirá el canon del megapuerto

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La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) vuelve a apostar con el dinero de los limonenses. Quienes mandan ahí malgastaron $16 millones en dos grúas pórticas condenadas al desuso y, ahora, juegan a la ruleta al aprobar $19 millones para 13 proyectos no muy bien calificados.

Resulta que, al valorar esos planes en una escala del 1 al 100, la mayor nota la obtuvo un plan que reunió apenas 59 puntos. Con esa puntuación, cualquiera reprueba, pero en Japdeva es de premio. Y, para colmo, dejaron pasar otro con 36 puntos. Es más, de las 13 ideas que les llegaron, 4 son financiamientos de consultorías y las otras 9, modestas obras sin estudios técnicos que respalden o midan su impacto real.

«Parece que ahí cualquiera llega con proyectos». Esa frase de Edgar Robles Cordero, economista y catedrático de la Universidad de Costa Rica, retrata lo que ocurre con la «inversión» del canon que paga APM Terminals por operar el megapuerto de contenedores.

La transnacional holandesa debe dar el 7,5 % anual de sus ingresos brutos al desarrollo de Limón, pero la plata entra a Japdeva y ahí se reparte aplicando endebles criterios. El lunes, en La Nación, conocimos que los 13 proyectos fueron autorizados sin contar con el 100 % de la información requerida y sin verificar los datos que los sustentan.

Los que mandan en Japdeva piensan más en paisajismo y embellecimiento que en proyectos de generación sostenible de empleos en una región castigada por la falta de trabajo y la pobreza. Faltó pensar en grande, en una zona franca, en centros educativos y deportivos, en enseñanza de inglés, becas de profesionalización o un muelle de cruceros.

Japdeva, utilizando su criterio de selección, deja muchas dudas acerca de qué pasará con los millones de dólares que están por entrar del canon. En 30 años, se proyectan $1.000 millones. Desde el 2018, el promedio asciende a $10 millones anuales. Nunca antes Limón había tenido tanta plata.

Por eso, Japdeva deber dar un paso al lado y delegar en profesionales la evaluación y selección de las obras por ejecutar con ese platal. Jugar más a la ruleta, escogiendo el proyecto que le caiga, no más.

amayorga@nacion.com