La conferencia posterior al Consejo de Gobierno se ha convertido en un montaje de plaza pública, en un show mediático diseñado para exaltar la figura del mandatario y desacreditar a todo aquel que cuestione sus actuaciones.
Así lo evidenció la puesta en escena del pasado miércoles, en Zapote, donde el presidente Rodrigo Chaves y sus invitados intentaron encubrir los ataques de este Gobierno contra la libertad de expresión y la seguridad jurídica.
El singular acto fue precedido por una campaña de promoción en redes sociales desde los sitios oficiales de Casa Presidencial, que encontró eco en una legión de troles y perfiles falsos que comenzaron a hacer bulla desde el día anterior para tratar de atraer audiencia.
¡Luces, cámara, acción! Se abre el telón y el gobernante aparece primero firmando algunas leyes y decretos, en medio de reiteradas loas hacia su gestión expresadas por él mismo y por varios de los personajes que desfilaron por el escenario para atestiguar el acto.
Poco después se vino el espectáculo de fondo, el que meticulosamente se preparó a costa del desvío de recursos públicos y del valioso tiempo de muchos funcionarios para lanzar, en horario triple A, una nueva descarga contra Grupo Nación y “sus cómplices”.
Cinco altos jerarcas entraron al recinto para acuerpar al mandatario durante la presentación de tres videos elaborados con dinero de los contribuyentes para mostrar las características de las calles que hay en la Guácima, las cuales son responsabilidad de la Municipalidad de Alajuela.
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Estos videos, muy parecidos a los que se pueden tomar en muchos otros lugares donde se realizan espectáculos públicos, sirvieron de excusa para lanzar una hondonada de datos distorsionados, verdades a medias, falsedades y recriminaciones con el fin de desviar la atención del tema de fondo.
Chaves también aprovechó para disparar sus ráfagas contra expresidentes de la República, televisoras y hasta la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) por censurar el cierre de Parque Viva y señalar sus serias implicaciones para el ejercicio del periodismo independiente.
El show diseñado para promover el culto al presidente cerró con el aplauso de los jerarcas presentes y una avalancha de mensajes de odio en redes sociales. Sin embargo, a pesar de toda la parafernalia, no se puede ocultar el Sol con un dedo: la libertad de prensa está bajo amenaza.