El error de Shakira

La cantante colombiana Shakira negó a sus hijos el permiso para asistir a la boda de su tío Marc Piqué

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La cantante colombiana Shakira es inteligente —no hace falta decirlo—, talentosa, creativa y posee olfato para los negocios. Su fama la tiene bien ganada, pero cometió un error al negar a sus hijos asistir a la boda de su tío Marc, hoy, 23 de junio.

El tema no es light, como podría pensarse, pues situaciones similares las viven millones de familias en el mundo.

El rompimiento de relaciones se produce entre el padre y la madre. Los hijos deben quedar fuera de la discusión. Aunque la artista no desee oír hablar de los Piqué ni de la novia de su exesposo, Clara Chía, la vida continúa.

Hasta ahora no he leído sobre posibles peligros para los niños por agresiones u otros abusos. Parece un divorcio como el de cualquier pareja, salvo por el estatus social y la naturaleza de figuras públicas de Shakira y Piqué.

Este problema entre dos personalidades sirve para reflexionar sobre la innecesaria presión sobre los hijos cuando los padres toman caminos diferentes.

Por otra parte, los hijos de personas famosas viven expuestos —además del trauma de la separación, cuyos efectos en la salud mental no dependen de contar con poco o mucho dinero— a los reflectores, y crecen, prácticamente, ante el ojo público.

Como otras parejas, Shakira y Piqué firmaron un acuerdo para pasar tiempo con Milan y Sasha, como se llaman los pequeños, y el exjugador hizo una propuesta sensata: compensar a la cantante los días, a fin de llevarlos al matrimonio de su hermano en Barcelona.

Como ven, no es un asunto ligero, ni propio de la prensa rosa, sino un ejemplo de cómo por muy inteligentes, creativas y talentosas que sean las personas también requieren ponderar las circunstancias, especialmente cuando se trata de la crianza de los hijos, para poner en primer lugar los intereses de los menores de edad.

gmora@nacion.com

La autora es editora de Opinión de La Nación.