Compartir conocimientos

El autor comparte hoy con los lectores consejos tomados de un libro que leyó: entre ellos, que todo aquello que se propague por escrito ha de comprobarse un millar de veces.

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De un libro que leí hace ya bastantes años, comparto con mis amigos meditaciones y consejos que recogí y se los entrego dosificados.

La fe no debe levantar barreras para la razón. Las potencias del pensamiento solo se detienen cuando les resulta imposible seguir avanzando. La filosofía sirve para probar que de Dios no hay conocimiento, sino experiencia. Cuando la razón descansa, la imaginación inicia su trabajo. No confíe en su propia inteligencia. Nuestros ojos miran hacia delante, no hacia atrás. Las fatigas y privaciones son una escuela de valor. Necesitamos gente afectuosa toda la vida.

Hay que comprender a Dios tanto como le sea posible al ser humano. El que sabe nadar puede coger perlas del fondo del mar, pero el que no sabe nadar se ahoga. Todo aquello que se propague por escrito ha de comprobarse un millar de veces. La razón es autoridad verificadora que nos dice lo que es imposible, inevitable y concebible.

La capacidad del entendimiento humano no basta para conocer el fin de todas y cada una de las cosas. La imaginación es, junto con la inteligencia, la facultad que conduce al conocimiento profético. Nadie es por naturaleza capaz de todas las virtudes. Un término medio entre extremos es virtud.

Júntese con los justos y con los sabios. Toda nación necesita de una fe; para adquirirla, el camino es la razón. Vaya tras el segador por todos los caminos, recoja las espigas, las firmes y henchidas, pero sin menospreciar las flacas y agostadas. Es enfermedad toda inclinación hacia un extremo.

El fin del hombre es el conocimiento. No pierda la fe en el orden justo y razonable del universo y, a la vez, comprenda cuál es su relación con él. Pocas personas hay que no hayan pecado contra sí mismas. El mal no es algo real ni positivo, es carencia; consiste en la privación del bien.

Olvide los honores y menosprecie las afrentas. Dichoso el país cuyo gobernante mantiene su libertad. El alma es razón, y la razón conciencia adquirida, y la conciencia, conocimiento como esencia de las cosas que se piensan.

La eternidad del mundo no se ha demostrado. El movimiento es, no puede concebirse como algo que haya llegado a ser. Practique la duda y la moderación y aguarde a que las verdades se vayan desvelando por sí mismas poco a poco.

Solo se puede decir que una cosa es eterna si está sometida al tiempo. Del conocimiento negativo puede extraer el conocimiento en sí; de lo que no es, lo que sí es. Si no quiere dudar no investigue, no piense, no lea. El conocimiento profundo le conduce también a profundos cuestionamientos.

El necio afirma, el sabio duda. Nadie puede acostarse ignorante y levantarse sabio al día siguiente. La sabiduría solo se adquiere con esfuerzo y sacrificio permanentes. La perfección espiritual y ética depende de la libertad del hombre, pero la perfección de la imaginación está por encima de su poder. La memoria es una función de la imaginación. El proceso de la inspiración es el fogonazo del relámpago en la oscuridad total de la noche.

Es imposible ejercer bien el poder sin una prudencia cautelosa y constante. El juez se apoya en su decisión. Honre a la inteligencia como un a padre, y como a una hermana a la sabiduría. Se deben conocer los límites de la razón, y también saber que es imperativo vivir en el reino de la razón. Nunca se ofenda por la ignorancia de los hombres, pues no puede pasar siempre ofendido. El tiempo es humano, por eso no es eterno. Disfrute llenando una mano vacía. Duerme el que ama, pero su corazón siempre estará despierto.

El autor es abogado.