Costa Rica necesita un nuevo enfoque para su política familiar. No es posible que propicie una población vieja para el año 2050. Las naciones europeas que están afrontando su envejecimiento proponen ideas y soluciones. Venecia, Italia, libra la batalla desde los municipios. Las alcaldías son favorables a la familia. Las iniciativas locales se multiplican de manera interesante en São Paulo (Brasil) y México.
Polonia y Hungría son las naciones líderes en este campo, y han conseguido atender positivamente el combate de la pobreza que afecta a los niños y aumentar la natalidad, después de un hundimiento demográfico.
Katalin Novak, presidenta de Hungría, cuando era ministra de Familia, comentaba que ellos comenzaron hace 20 años una revolución por la familia para recuperar el entramado social, destruido en el tiempo del comunismo, incluida la vida familiar.
Explica Novak que muchos jóvenes, mayormente mujeres, temen no ser capaces de sacar adelante una carrera, su vida personal y familiar. El gobierno trata de ayudar para que alcancen un equilibrio, para que tengan una familia y puedan pasar tiempo con ella. De manera que sean exitosos en los dos proyectos, la familia y la vida profesional.
Su país perdió el 10 % de la población en los últimos 35 años. El programa de viviendas promueve y subvenciona casas para familias con hijos. También los valores naturales deben ser defendidos, no solo pasivamente, sino que hay que hablar sobre ellos, añadió la presidenta.
El gobierno húngaro también amplió las capacidades de las guarderías y permite cambiar los horarios de trabajo para atender a las familias con recién nacidos.
El debate con la Unión Europea se concretó en el hecho de que Hungría pone a la comunidad en el centro de la política, no al individuo, y la comunidad más importante es la familia. Las medidas a favor de la familia tienen como propósito que los jóvenes no tengan que escoger entre ser profesionales sin hijos o padres sin profesión.
La política familiar debe permear a toda nueva generación. Cuando una escuela se cierra por falta de niños y cuando el fenómeno se multiplica, hay que pensar en una política que promueva la familia.
Polonia cuenta con el programa Familia 500. El más grande esfuerzo desde su creación, en el 2016, puso en marcha este objetivo, con el fin de mejorar las condiciones de la familia, reducir la pobreza y elevar la tasa de natalidad.
El politólogo estadounidense Tomasz Inglot señala que muchos estudios han demostrado un efecto a corto plazo en las tasas de natalidad. Por ejemplo, en Francia y Suecia, y durante breves períodos en Polonia, ocurrió un aumento repentino de los nacimientos, incentivado por las grandes mejoras en el gasto de las prestaciones, pero no suele durar mucho tiempo.
William Adema, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sobre el enfrentamiento del envejecimiento, dice: “La política familiar tiene que ser sostenible a largo plazo. Miremos a Francia, donde tienen un sistema muy sólido y gratuito de protección de la infancia y uno fiscal que respalda a las familias numerosas. En suma, un sistema mixto”.
La política incluye programas puntuales para el sostenimiento de la estabilidad familiar. En un reciente congreso en Barcelona, el profesor Raphael Bonelli afirmó en una conferencia ante varias familias que la discusión nunca es necesaria. La pelea siempre daña la relación. Un psiquiatra austríaco mencionado en el foro, el Dr. Juan Bautista Torelló, recomienda pensar con bondad porque de ese modo es como se cambia el mundo.
jjch98@yahoo.com
El autor es diplomático.
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