Brechas educativas

Tanto los estudiantes de colegios públicos como los de colegios privados mostraron el mismo retroceso en la prueba PISA de matemáticas

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En el año 2022, Costa Rica participó por quinta ocasión en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los resultados, publicados en diciembre del 2023, mostraron reducciones significativas en el desempeño de una mayoría de los estudiantes de 15 años, en alrededor de 81 países, en comparación con el año 2018.

Buena parte de la disminución en los puntajes promedio se debe a lo ocurrido en los sistemas educativos de todo el mundo, producto de la crisis sanitaria iniciada en el 2020.

Ubicado en la posición 63, Costa Rica es el país de la OCDE con los más bajos resultados en la prueba de alfabetización matemática; perdió escalones incluso dentro de la propia región latinoamericana, donde ahora es superado por Uruguay, Chile, México y Perú.

Pero más allá de estas comparaciones, la riqueza de una evaluación como esta radica en poder obtener información sobre nuestras propias inequidades internas, especialmente, en un contexto en el que el país lleva años careciendo de evaluaciones estandarizadas robustas y con sentido práctico para su interpretación.

Diversos escenarios señalaban que el desempeño de los estudiantes empeoraría en Costa Rica debido a la pérdida de lecciones causada por las huelgas (2018-2019) y la pandemia (2020-2021). Efectivamente, así sucedió, pero lo que no se previó fue que, en la prueba de alfabetización matemática, tanto los estudiantes de colegios públicos como los de colegios privados tendrían el mismo retroceso absoluto (de 16 puntos) en el puntaje medio.

La brecha entre educación pública y privada sigue siendo enorme (375 puntos en promedio los primeros, y 448 puntos los segundos), pero no empeoró. En las otras dos áreas evaluadas, lectura y ciencias, las brechas apenas aumentaron 4 puntos.

Que la brecha entre educación pública y privada no haya crecido de forma abrumadora entre el 2018 y el 2022 es solo parcialmente una buena noticia, dado que la calidad de la educación sí se vio desmejorada en ambos tipos de colegios. El sistema educativo requiere reformas de fondo para sacar adelante a una generación de estudiantes que, en el futuro cercano, podrían ser conocidos como la segunda “generación perdida” del país.

affa17@gmail.com

El autor es economista.