Cartas a la columna: Bajo ingreso en momento de crisis

Pensionado no ha recibido aumento

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En tiempos de la pandemia del coronavirus, los pensionados del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) somos las personas más vulnerables. Debemos estar lavándonos las manos, usando alcohol puro, alcohol en gel, desinfectantes y muchos insumos para la prevención del contagio. Los gastos adicionales salen de nuestras pensiones, lo cual reduce los ingresos para otras necesidades.

Solicito a la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) nos dé el aumento en nuestras pensiones, que desde hace poco más de un año no lo recibimos. También, le pido a la Defensoría de los Habitantes su respaldo.

Guillermo Vargas González, Curridabat

Minutos antes

El 19 de marzo solicité permiso para salir de mi trabajo 10 minutos antes con el fin de llegar a tiempo a la oficina de Correos de Costa Rica de Atenas. Mi intención era enviar una botella de alcohol en gel a una persona que cuida dos muchachos con discapacidad y dos adultos mayores, quien, debido a la histeria colectiva, no ha podido adquirir el producto.

A las 4:58 p. m., iba corriendo, literalmente, y a 25 metros del establecimiento cerraron la puerta. El horario de trabajo, según consta en la página de la entidad, termina a las 5 p. m. Aunque toqué la puerta y esperé un momento, ninguno de los funcionarios hizo algo. Uno de ellos se fijó en el reloj y, como decimos, “se hizo el loco”.

Milena Hidalgo Corrales, Atenas

Extraña respuesta

Varios pequeños empresarios han solicitado guía al Ministerio de Trabajo de Cartago debido a la reducción total de sus ingresos por la pandemia del coronavirus. Son personas agobiadas en un escenario sin precedentes, que no solo afecta a nuestro país, sino a todo el mundo. No tienen cómo pagar el salario a los trabajadores ni encuentran una salida a un panorama tan oscuro. Aparentemente, les contestaron que tienen que ver qué hacen, cómo pagan los salarios.

No consideran que son empresarios con deseos de hacer bien las cosas, pero están desesperados. Es muy lamentable la insensibilidad de una institución llamada a impartir justicia social.

Cecilia Estrada Mena, Cartago

Vía fácil

La propuesta de cinco respetables expertos en finanzas, publicada en “Página quince” (La Nación, 20/3/20) no debe aceptarse como verdad absoluta. Hay algunos aspectos válidos: revisar y reducir tamaño de instituciones, varias de las cuales, por la pandemia, están prácticamente sin hacer nada, como el Ministerio de Cultura y otras instituciones que carecen de coordinación entre ellas como se señala en el artículo.

No obstante, reducir salarios a los empleados públicos causaría más daño. La rebaja solo traerá más hambre y desolación y, posiblemente, afectará la economía nacional, incluida la seguridad social.

Durante muchísimos años, gran parte del sector privado ha obtenido exenciones, condonaciones y subsidios.Muchas compañías no cotizan a la Caja Costarricense de Seguro Social o le deben sumas astronómicas. Entonces, la pandemia está emparejando el suelo.

El sector privado, ante todo asomo de crisis, pide al Estado correr con sus deudas y angustias financieras, pero, en tiempos de bonanza, no socializa ganancias. No hace sacrificios y es muy fácil pedir condonaciones y no moratorias.

Sí, hay que revisar beneficios, como los bonos por utilidades de los bancos estatales o las comisiones que cobra el sistema bancario. Sí, hay muchos aspectos que deben revisarse, pero no para generar más beneficios a empresas que no aportan esfuerzos en este momento, cuando el país lo requiere.

Freddy Coto Varela

Cartago

Intención entorpecida

Con gran anticipación, intenté comprar un par de botellas de alcohol en gel mediante la plataforma de Correos de Costa Rica. Al vencer el plazo, días, horas, minutos y segundos, no me salió el botón de compra y solo pude ingresar mis datos cuando se habían agotado las existencias.

Muy buena iniciativa, pero no la planificación. La oferta diaria es muy poca y la hora, inadecuada. No es justo el método. ¿Por qué no habilitan los pedidos desde la medianoche o la madrugada para que los de la capital no arrasen con todo o no pidan a diario ni compren 20.000 unidades o más y las pongan a la venta?

Fabián Cerdas Quesada, Turrialba

BAC y pandemia

Soy clienta del BAC desde hace 18 años, aproximadamente. Me he quejado últimamente de su servicio, incluso por esta vía. Mas su actuar el jueves 19 marzo es digno de destacar y, sobre todo, agradecer.

A diferencia de los entes estatales, que analizarán caso por caso para dar beneficio a quienes demuestren afectación por la crisis; el BAC generalizó de oficio y de forma automática la suspensión del cobro de dos cuotas y pasarlas al saldo final del periodo del crédito. Es un gran alivio, aunque sea emocional, para quienes decidimos confiar en el BAC Credomatic. Es una lección para los demás sobre cómo apoyar y aumentar la lealtad.

Marcela Castro Barrantes, Liberia

Escríbanos a cartas@nacion.com