Accent y Rav 4 son los autos más buscados por los ticos

Los automóviles tipo Accent (de Hyundai) y Rav4 (de Toyota) han sido los pasajeros más frecuentes de los buques carreros que arribaron a los puertos de Limón y Caldera, en los últimos siete años.

Se trata de un lote de carros (nuevos y usados) de 29.680 automóviles Accent y 18.390 todo terreno con el emblema Rav4.

Ambos modelos acapararon el 15% (48.071) de los 324.878 autos nuevos y usados que importó el país, entre 2008 y setiembre del 2014.

En ese periodo, también destaca que las marcas Toyota y Hyundai concentraron el 40% de todas las compras y que uno de cada tres de esos vehículos salieron de un puerto japonés.

Lo anterior se concluye de un análisis de datos de importación de autos, realizado por la Unidad de Inteligencia de Datos de La Nación con información del Ministerio de Hacienda.

El estudio consideró los vehículos clasificados como automóviles. La base de datos no contempla los carros tipo pick up o aquellos que aunque pudieran ser usados para transporte particular están clasificados como de carga liviana.

Otros de los modelos (nuevos y usados) de alta importación fueron: Montero, de Mitsubishi; Corolla y Yaris de Toyota; Civic de Honda; Tucson de Hyundai y Sentra de Nissan.

Si los 324.878 vehículos importados en el lapso de estudio salieran a la calle, simultáneamente, representarían el tránsito de tres días del tramo La Sabana – aeropuerto Juan Santamaría, en la autopista General Cañas, según el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Los más buscados. Allan Sime, director Comercial de Purdy Motor, explicó que el Rav4 suele ser el modelo más buscado por los clientes quienes desean comprar, por primera vez, un vehículo que se desempeña tanto en asfalto como en lastre (conocido como utilitario).

“Es un carro que tiene un costo inicial (nuevo) de $33.100 y eso lo hace más accesible en su categoría”, dijo Sime.

Por su parte, Juan Sansó, gerente de Producto de Hyundai, detalló que el Accent es apetecido por su precio. “Es un auto cuya base se inicia en los $18.000 (en el segmento de nuevos) y está equipado con funciones como bluetooth”, mencionó.

Radiografía. El análisis reveló que el mayor ingreso de automóviles al país se dio en el 2008 -un año antes antes de que el país percibiera la crisis financiera mundial- y en el 2012. Estos dos años concentran más de la tercera parte de compra de vehículos (114.000).

Marzo suele ser el mes de mayor ingreso de autos, lo cual coincide con la feria Expomóvil. Los datos también evidenciaron que la industria automotriz dio un giro en el 2012, al comprar más carros nuevos que usados.

Entre el 2012 y setiembre del 2014, llegaron 83.670 vehículos que no habían transitado y 56.170 con historia en carretera.

El estudio de este diario también halló una correlación entre el crecimiento en la importación de autos nuevos y el ingreso per cápita del tico que, pasó de $7.750 a casi $8.900, entre el 2011 y el 2013.

Carlos Aguilar, subdirector de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), explicó que ese fenómeno es impulsado por facilidades de financiamiento y garantías.

“Adquirir un auto nuevo permite tasas de interés, plazos y primas más favorables respecto a uno usado. Los periodos de garantía pueden llegar hasta los cinco años”, dijo.

Otro factor que ha facilitado la adquisición de autos en general es su precio. “Entre julio del 2006 y junio del 2015, el precio de adquirir un carro se ha reducido, excluyendo el efecto inflacionario, en un 27%”, explicó el economista Ronulfo Jiménez.

La afirmación de Jiménez se basa en el costo de los vehículos, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para calcular el índice de precios al consumidor (IPC).

Vendedor preferido. En Japón se inició el recorrido de uno de cada tres de los vehículos importados (107.240), entre el 2008 y el 2014.

Esto explica por qué seis de las 10 marcas, con mayor volumen importación, son japonesas. Esta preferencia refleja la popularidad internacional de estos carros. Tres de las principales marcas niponas (Toyota, Nissan y Honda) están entre los 10 fabricantes con más ventas globales, según la revista Forbes.

Asimismo, los carros japoneses lideran en sondeos de satisfacción de compra. La revista Consumer Reports ubica a ocho marcas japonesas entre las 10 mejor calificadas por clientes en EE.UU., el mercado de automóviles más importante.

Las fuentes consultadas por este medio auguran que el 2015 será un buen año para la importación de autos, especialmente ante la estabilidad del dólar.

Fabricantes alemanes aceleran preferencia por el segmento de lujo

El apetito de los ticos por los vehículos de lujo viene en aumento y las compañías alemanas aprovechan esa necesidad.

Tres automotrices germanas acapararon el 67% de la importación de autos (nuevos y usados) de gama alta que ingresaron al país entre el año 2008 y setiembre del 2014. Se trata de 9.320 autos de un total de 13.945.

Las firmas son: BMW, Audi y Mercedes-Benz, que registraron ante aduanas 4.600, 2.450 y 2.270 unidades respectivamente en ese periodo, según datos de importación de vehículos del Ministerio de Hacienda.

En los puertos nacionales, en los últimos siete años, desembarcaron 13.950 vehículos (nuevos y usados) del segmento premium. Ese lote representó el 4% de los 324.878 autos comprados en el exterior en esos años.

El automóvil de lujo se define por los atributos de confort, tecnología, exclusividad, refinamiento e historia de marca que ofrece a sus usuarios.

Para el análisis, se consultó a individuos conocedores sobre el tema y se identificaron 20 marcas de gama alta (de un total de 103).

La cuarta marca de lujo con mayor volumen de importación fue la inglesa Land Rover con 2.100 (15%) autos. Por su parte, la sueca Volvo se posicionó en la quinta posición y sumó 790 unidades (6%) a la oferta europea.

Adolfo Rubí, gerente del Grupo Bavarian Motors que comercializa BMW, explicó que el comprador de un carro de gama alta es atraído por el valor agregado que puede obtener.

“Es contar con calidad, exclusividad y la opción de personalizar el vehículo. También está relacionado con la satisfacción de manejar un auto que genera un estatus el poder accederlo.”, dijo Rubí.

Rafael Gutiérrez, gerente Comercial de Mercedes Benz, destacó que en la elección también influyen la historia y el prestigio. “Una marca como Mercedes Benz tiene 128 años y eso pesa mucho”, destacó.

Radiografía. En el país, la compra en el exterior de autos de lujo (nuevos y usados) creció en 18% entre el 2008 y el 2013: pasó de 1.980 a 2.340 vehículos.

El análisis de este diario también revela que los años 2012 y 2013 fueron los más positivos para la industria premium. El 36% de las importaciones (5.000 vehículos) se dieron en esos años. El año de crisis, 2009, fue cuando se compraron menos carros de lujo en el exterior.

Los datos también revelan que los autos nuevos dominan las importaciones en este segmento. Siete de cada 10 carros de lujo venían directo de la fábrica.

“El mercado de los autos premium (nuevos) creció en un 9% en el 2014. Tenemos expectativas de que el crecimiento en el 2015 sea similar”, agregó Adolfo Rubí.

Para las fuentes consultadas, el alza que se experimenta es producto de una mezcla de facilidades de financiamiento y de estrategia comercial.

Rogelio Castro, gerente de Ventas de Audi, comentó que hay opciones financieras que permiten, por ejemplo, a los residentes temporales en el país conducir un auto de lujo nuevo, mediante un depósito y una cuota mensual.

Castro añadió que también las compañías han diseñado modelos más pequeños de sus vehículos (con menos extras) y a un precio más bajo. El objetivo es atraer a los clientes, cuyo poder adquisitivo les permite comprar un auto caro, pero de las marcas que están fuera del segmento de lujo.

Flotilla de autos particulares engorda en carreteras desnutridas

La cantidad de automóviles de uso particular aumentó 10 veces su tamaño en los últimos 35 años, mientras la capacidad de la red vial del país se ha mantenido congelada en el siglo pasado.

Este crecimiento no solo ha tenido impacto en la infraestructura, sino también en los niveles de contaminación ambiental en el país.

En 1980, el parque de vehículos que usaba la gente para trasladarse a su hogar y al trabajo, sumaba 85.120 autos (gasolina y diésel). El año pasado, alcanzó las 863.400 unidades o un 62% del total del parque automotor que circula en carretera (1,4 millones).

La velocidad con la que crece la cantidad de automóviles rebasa a la de la población. Solo en la última década, el número de vehículos particulares aumentó a una tasa anualizada de 5%. La población, por su parte, lo hizo en 1%.

Si se toma en cuenta que hoy la cantidad de familias es de poco más de 1,3 millones, al menos, el 60% de ellas tendría carro en la cochera de su casa. A inicios de siglo, el porcentaje de hogares con carro era de 40%. Había 383.000 automóviles particulares y 960.000 hogares.

El panorama surge del análisis de la serie histórica del parque automotor en circulación, creada por la Secretaría de Planificación del Subsector Energía (Sepse) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae). Es una estimación del parque de autos particulares, de carga liviana y pesada, buses, motos, taxis y otros (como equipo especial para construcción), basada en un estudio del año 2004, memorias estadísticas, datos del Consejo de Transporte Público (CTP), el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Ministerio de Hacienda (importaciones).

Caos vial. Para Guillermo Loría, coordinador del Programa de Infraestructura de Transporte del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica, el crecimiento del parque vehicular debería acompañarse de la construcción de nuevas carreteras y de la ampliación de las existentes.

Algo que en el país no ha ocurrido.

“Hoy día, tenemos, prácticamente, la misma infraestructura que tenía Costa Rica en 1962. Hay unos 500 kilómetros nuevos (de carretera), pero no son fundamentales para mejorar el tema del tránsito”, explicó Loría.

“El único gran proyecto, en los últimos 35 años, ha sido la carretera a Limón. De ahí en fuera, los proyectos han sido para mejorar lo que ya existía”, añadió.

Ante tal panorama, las estimaciones del Lanamme sugieren que las carreteras deberían, al menos, duplicar su tamaño para reducir las presas.

Mencionó, por ejemplo, que la autopista General Cañas (entre La Sabana - aeropuerto Juan Santamaría) tiene tramos de entre dos y tres carriles (por sentido) y requiere, al menos, de cuatro (por sentido). Además, la autopista Florencio Castillo, que conecta Cartago con San José, cuenta con dos carriles (por cada sentido) y necesita al menos tres (por sentido).

No obstante, Loría destacó que ampliar el número de carriles en las autopistas no es la única respuesta a los problemas de congestión vial. La solución, según el funcionario, incluye mejorar el servicio de transporte público masivo (que puede incluir buses, trenes o metro) y fomentar su uso entre la población.

Sin embargo, los datos evidencian que por cada 100 autos particulares, circulan apenas dos autobuses. En 1980, la cifra era de tres por cada 100 particulares.

Sobre este punto, Jorge Herrera, coordinador del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional (UNA), dijo que un transporte público insuficiente alienta el aumento de la flotilla de particulares.

“El transporte público debería satisfacer las necesidades de los usuarios en variedad de rutas, frecuencia, uso de tecnología y seguridad”, expresó Herrera. Sin embargo, advirtió de que la gente también compra carro por estatus.

Impacto ambiental. Mientras tanto, los automotores (en general) son la mayor fuente de polución: expelen el 55% de las emisiones de gases y partículas que contaminan el aire y son los autos particulares los que más influyen, según datos el Laboratorio de la UNA.

“En este país, cuando se habla de transporte y sus efectos contaminantes, todo mundo le apuesta a los autobuses y a los taxis, pero al contrario, el problema son los vehículos particulares”, dijo Jorge Herrera.

Cuando solo se trata del CO2, que es el gas más importante para el efecto invernadero, que genera el calentamiento global, los vehículos son los que emiten el 64% del total de emisiones (1,4 millones de toneladas).

También son los grandes contribuyentes de la expulsión de otros gases que reducen la calidad del aire, por ejemplo, producen el 28% del gas NOx ( por la quema de combustible) y el 42% del GOR (hidrocarburos no quemados que salen por el escape).

El académico añadió que la antigüedad de la flota vehicular también contribuye a la contaminación. En Costa Rica, seis de cada 10 vehículos (310. 200 de los 555.840) que transitaban con la revisión técnica al día en el 2014, eran de la década de 1990.

“Un automóvil de 2006, que circula a 33 kilómetros por hora, emite 4,7 gramos de monóxido de carbono por cada kilómetro recorrido y, si pasa por una presa, a menos 4 kilómetros por hora, las emisiones aumentan a 27,5 gramos, según cálculos de la UNA”, comentó Jorge Herrera.

Mayoría de autos en vías es de la década del noventa

En el país, seis de cada 10 vehículos (310. 200 de los 555.840) que transitaban con la revisión técnica al día en el 2014, salieron de la fábrica en la década de 1990.

Casi la mitad de ese lote son de entre los años 1992 y 1995, según datos de la primera revisión técnica del año pasado de la firma Riteve.

Este fenómeno, podría explicarse, porque el carro que se desecha por uno nuevo, continúa circulando en el país.

“Esto (la edad de la flotilla) es más un tema de política pública que un aspecto técnico. Hay autos antiguos con un estado impecable, por buen mantenimiento”, dijo Jennifer Hidalgo, jefa de Comunicación de Riteve.

“Sin embargo, es lógico que entre más antiguo el vehículo, necesite más esfuerzo para pasar la revisión técnica”, añadió.

El análisis también revela que casi dos de cada cinco autos fueron fabricados en la primera década de este siglo. Se trata de 198.970 vehículos, que hoy circulan en las calles.

En contraste, los modelos del 2010 al 2015 suman 46.660 unidades y representaron solo el 8% de las revisiones en el 2014. Este bajo porcentaje podría responder a que los autos con menos de cinco años de antigüedad, son revisados cada dos años.

Desde el 2012, el país importa más carros nuevos que usados. De enero a setiembre del año pasado, el 62% de los 36.160 autos que arribaron eran nuevos, según datos de Hacienda.