Lo esencial que debe saber sobre el SBD
Si usted tiene una pequeña empresa y quiere ampliarla, es posible que necesite invertir en la compra de más materiales y equipo. Por otra parte, si ha laborado muchos años en un negocio ajeno, cuenta con la experiencia necesaria y ahora anhela montar uno propio, requerirá capital para poner a andar los engranajes de su sueño.
Para ambas situaciones, la posibilidad de acceder a fondos para hacer crecer su pyme o para comenzar la aventura de un negocio propio está allí, al alcance de la mano: se llama Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD). Algunas de sus ventajas:
Ofrece préstamos con tasas de interés más atractivas comparadas con las que comúnmente se pueden encontrar en las entidades financieras.
Y, por si fuera poco, brinda otras facilidades, como asesoría técnica.
Viabilidad: requisito primordial
Hace dos años se aprobó la Ley del Sistema de Banca para el Desarrollo (n.° 8.634), que promueve la creación y el fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas de distintas actividades productivas, por medio del financiamiento.
Sin embargo, es importante entender que el SBD apoya aquellos proyectos que sean viables; es decir, que es posible ejecutarlos con éxito tanto en el aspecto técnico como en el económico.
¿Cómo funciona?
Para determinar la viabilidad del negocio, un operador financiero avalado por el Sistema (sea una entidad o un banco) debe realizar una evaluación de la iniciativa que se quiere desarrollar.
Razón de ser
El SBD pretende mejorar la condición social y económica de las personas emprendedoras a través de préstamos y servicios de capacitación, con el fin de desarrollar sus propios negocios. Esto trae varias consecuencias positivas:
Se genera empleo.
Se desarrollan nuevos mercados.
El objetivo del programa es beneficiar a los sectores productivos que no son el público principal de las entidades financieras; es decir, aquellos que no siempre cuentan con una garantía (por ejemplo, un carro, un terreno o una casa) que respalde su crédito.
