Valentina Alazraki: periodista de los 100 viajes de un Santo

Entrevista

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Su más reciente libro se llama El milagro costarricense de Juan Pablo II, que ya está disponible en versión electrónica. En sus páginas narra la historia que convertirá a Karol Wojtyla en santo.

La Nación conversó con Alazraki, el viernes , vía telefónica. Este es un extracto de la entrevista.

¿Cómo se prepara Roma para recibir a los feligreses que asistirán a la canonización en abril?

El jueves pasado se dio a conocer la agenda del papa Francisco y está fija la fecha de que será el domingo 27 de abril, en la plaza de San Pedro, en Roma. Los dispositivos de seguridad son muchos y no va a haber boletos para reservar espacios en la plaza, por la cantidad de feligreses que se esperan para esa fecha. Además, todas las iglesias de Roma permanecerán abiertas esos días.

Hay quienes dicen que Juan Pablo II siempre fue santo. En 100 viajes que realizó a su lado ¿qué hechos marcaron la experiencia?

Creo que los primeros diez años de su pontificado lo vi como un líder, enérgico, que llevaba una batalla espiritual cuyo objetivo era acabar con el muro de Berlín.

”En los años 90, cuando su salud se vino abajo, vi la fortaleza de un hombre santo, que supo cargar su cruz con dignidad, que nunca se rindió. Él nos decía: ‘El dolor hay que soportarlo con dignidad’”.

¿Qué recuerda de la visita que realizó a Costa Rica en 1983?

Tengo grabado el momento en que caminó en el Hospital de Niños. Juan Pablo II siempre se identificó con el sufrimiento y tuvo mucha cercanía con los enfermos. También, él se sitió muy agradecido con los costarricenses por el cariño y apoyo, luego de que en Nicaragua, hubo una manifestación de sandinistas, durante una misa.

”Para él, eso fue una profanación y la gente de Costa Rica se congregó a orar por él frente a la Nunciatura. Ese apoyo fue uno de los momentos que más le impactó. Lo apreció muchísimo”.

¿Cuál fue su impresión cuando conoció a Floribeth Mora?

Me impactó su testimonio y me identifiqué por su historia. Ella es una mujer, así como yo, madre, latina, profesional, que no quería morir por el miedo a dejar a sus hijos solos. Conozco también el primer milagro, la de la monja francesa que se curó de Parkinson, pero debo reconocer que tuve una conexión más emotiva con Floribeth.