El número 13, por el año que cierra, el 14 por el venidero y además el 15, por la fecha del sorteo. Esos son los números más buscados por compradores de lotería navideña que, este domingo, sabrán si sus agüizotes surtieron efecto.
Así lo reveló ayer un sondeo de este diario entre vendedores de lotería en San José y Guadalupe.
El veredicto fue unánime: la gente compra principalmente números “bajos” (debajo del 30), principalmente 13, 14 y 15. Otros como el 31, el 50 y el 30 también atraen a los participantes.
En esas preferencias radica el riesgo de que, por segundo año consecutivo, nadie gane el premio mayor y que quede en las arcas de la Junta de Protección Social (JPS). El afán por cifras bajas apaga la demanda por otros números que podrían quedarse sin vender.
Este año la JPS lanzó 400.000 billetes de lotería que fueron distribuidos entre 1.600 vendedores y puestos de venta autorizados.
El “Gordo” pagará el monto previsto en el 2012: ¢1.200 millones por entero. Además, se eliminó una quinta emisión, es decir, se dará un premio menos.
A cinco días del sorteo se han vendido 287.605 billetes, el 71,9% de la emisión, afirmó Francisco Ibarra, gerente de producción y comercialización de la JPS.
Ibarra aseguró que esta semana esperan colocar los otros 112.400 boletos, por eso planean aumentar la publicidad en medios de comunicación, para avivar la demanda.
“La venta está mejorando ahora que pagaron los aguinaldos, pero solo piden números bajos, después reclaman que el gordo se lo dejó la Junta”, advirtió Marjorie García, quien hace 14 años vende lotería en Guadalupe.
A su lado, Ramón Durán compartía su desazón. “Solo números bajos y más el 13, 14 y 15, en lo demás ni se fijan”, comentó.
En la esquina noroeste de la Catedral Metropolitana ayer era claro el afán de los interesados.
A las 11 a. m. los clientes hacían fila frente a Ricardo Hernández, pero todos iban a los “bajos”.
Hernández, con 42 años como vendedor, colocó en minutos decenas de números entre unas 10 personas que, cuando no hallaban su preferido, se iban por los más altos a más no haber.
“Después de los aguinaldos calentó y ahora todo mundo compra, porque no hay ni chances ni tiempos, el único interés es el gordo”, afirmó Jackeline Castillo, de pie en la entrada del edificio de Correos de Costa Rica en San José.