Temores policiales dejan las vías libres a los picones

Autoridades se acusan unas a otras de falta de apoyo para frenar carreras

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“Le voy a explicar una cosa... Esa gente (referido a los picones) anda con drogas; esa gente anda armada”.

Esa es la respuesta de Rafael Delgado, policía de Tránsito de San José, al cuestionársele por qué él y sus compañeros no abordaron a un grupo de aparentes picones que mantenían sus autos estacionados frente a la gasolinera Delta, en Pavas, el pasado jueves 19 de febrero.

Ese noche, La Nación verificó que los tráficos permanecieron –de 9 p. m. a 11:50 p. m.– a pocos metros de la gasolinera y en ningún momento se acercaron para revisar la condición de los autos, las licencias de los conductores, ni los motivos de esa reunión de choferes.

“Hay distintas autoridades a las que les corresponde este tipo de función. Es más, nosotros pedimos la Fuerza Pública hace rato y no ha llegado (...). Aquí nosotros estamos haciendo lo que se pueda para que los vecinos puedan descansar, por lo menos esta noche”, agregó Delgado.

El oficial argumentó que no podían actuar contra esas personas porque “simplemente estaban estacionadas”.

Mario Calderón, director de la Policía de Tránsito, manifestó que la Ley General de Policía establece que sus funciones son preventivas y no investigativas.

La investigación, recordó, le corresponde al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

“Yo no puedo hacer retenes para detener picones; usted nunca ha visto a la Policía (OIJ) haciendo retenes para detener picones; eso es una competencia propia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes y de la Policía de Tránsito”, respondió Francisco Segura, director de la Policía Judicial.

La falta de recurso humano para mantener vigilancia en todos los sitios donde se realizan estas competencias, es otro de los argumentos de Calderón.

El país dispone de 763 oficiales divididos en tres turnos; es decir, 254 tráficos por cada turno. Esa cantidad de efectivos debe cubrir 5.000 kilómetros de carreteras.

Según Tránsito, el año pasado realizaron 42 operativos antipiques, en los que efectuaron 1.929 multas, y el decomiso de 41 carros y 269 motos por diferentes infracciones a la ley de tránsito.

No obstante, en ninguna de esas acciones se detuvo a algún picón in fraganti .

En Facebook. El mismo 19 de febrero, cerca de 25 vehículos estuvieron parqueados, por más de una hora, en La Lima de Cartago. Los presentes respondían a una convocatoria hecha por la página de Facebook denominada Piques de Cartago .

Ese perfil, seguido por más de 19.000 personas, publica días y horas de las competencias, así como fotos de las carreras ilegales.

Durante esa noche, una pareja de oficiales de la Fuerza Pública estuvo en el lugar, pero nunca se aproximó a los autos para indagar sobre los motivos de la cita. Los carros pasaron a alta velocidad, en varias ocasiones, frente a los policías.

Los oficiales Giovanny Zúñiga Muñoz y María Ureña –presentes esa noche– señalaron que solo ejercen controles cuando la cantidad de carros es “mayor” y cuando cuentan con apoyo de la Policía de Tránsito.

“El hecho de que ellos estén parqueados ahí no implica ningún delito. El delito de conducción temeraria es el desarrollo del pique o de la competencia. Lo que nosotros hacemos es estar monitoreando”, afirmó Milton Alvarado, jefe de la Fuerza Pública de Cartago.

El funcionario añadió que colaboran con el Tránsito cuando lo solicitan.

Durante el 2013, el Poder Judicial procesó a 346 personas por conducción temeraria, pero ninguno de esos casos corresponde a piques. De esos casos, el 68% concluyó con alguna condena.

Aún no están disponibles las estadísticas del 2014.