Calles casi vacías, menos visibilidad, más velocidad, fiestas, licor y menor presencia policial en carretera, son algunos de los ingredientes que se mezclan para aumentar el número de muertes en carretera después de que se esconde el sol.
En esta mortal receta, la ausencia de oficiales en la noche es uno de los componentes de mayor peso, según reconoce Mario Calderón, director de la Policía de Tránsito.
Entre las 6 p. m. y las 6 a. m., 215 personas perdieron la vida en lo que va del año.
De las 215 víctimas mortales, 110 fenecieron entre las 6 p. m. y la medianoche, mientras que 105 murieron entre las 12:01 a. m. y las 6:00 a. m.
La cifra de muertos durante estas 12 horas representa el 63% de los 340 decesos que registra este año la Unidad de Operaciones de la Policía de Tránsito, hasta el 13 de noviembre.
Del total, 153 murieron un sábado o domingo.
En esa estadística, solo aparecen los fallecidos en el sitio del percance, sin contar aquellas personas cuyo fallecimiento se produjo horas o incluso días después del accidente.
A pesar de este escenario, la mayoría de los oficiales disponibles trabajan durante el día.
En horario diurno laboran cerca de 600 policías de tránsito, y en las noches, poco más 100.
Mario Calderón, director de aquel cuerpo policial, señaló que “quisiera” contar con más efectivos en la noche, pero la escasez de personal se lo impide.
“Valdría la pena pasar más oficiales a la noche, pero las presas aumentarían y también hay que valorar lo que las presas afectan la economía”, expresó Calderón.
La Dirección de Tránsito dispone de 763 oficiales para cubrir tres turnos diferentes en las siete provincias.
Sin embargo, según opina German Valverde, director ejecutivo del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), se debería utilizar más recurso policial en las noches para evitar decesos.
“¿Qué es más importante, que la gente haga fila en las calles o que la gente se muera en accidentes? Pues tenemos que ver cómo se hace para administrar el recurso y darles prioridades a las cosas”, expresó Valverde.
En ese sentido, a él lo secunda Jim Batres, subdirector de Socorros de la Cruz Roja, para quien tener más policías en las calles ayudaría a disminuir la cantidad de muertes.
No obstante, Batres añade la urgencia de intensificar el tema de la educación vial desde edades tempranas, como la herramienta más eficaz para prevenir desgracias en las carreteras.
Sanciones. A juicio de Valverde, las acciones de la Policía de Tránsito y el comportamiento de las muertes en las vías nacionales están divorciados.
De acuerdo con el Consejo, el 90% de las multas de tránsito corresponde a faltas administrativas, entre las que destacan no portar el marchamo al día, no contar con la revisión técnica o conducir sin licencia.
“Tenemos un problema de que la ubicación de la actividad policial, en términos de los días, de las horas y la ubicación geográfica, está totalmente desvinculada de las estadísticas de las muertes en carretera”, dijo Valverde.
Hasta el 30 de setiembre se contabilizaban más de 175.000 sanciones.
Las tres infracciones más frecuentes son incumplir restricciones para circular, manejar sin licencia e infringir la normativa de estacionamiento.
Ebriedad o velocidad están muy abajo en la lista.