Una colina rota, un viejo cráter y nuestra manía de ver caras en todo lado explicarían el rostro de este oso en Marte

Nave multipropósito Mars Reconnaissance Orbiter dio con singular formación en su misión de localizar potenciales zonas de aterrizaje para futuras misiones en ese planeta

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La nave Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), lanzada en el 2005 para el reconocimiento de la superficie de Marte, halló en diciembre una singular formación rocosa que vista desde el espacio parece la cara de un oso de peluche.

En la imagen compartida el 25 de enero por el High Resolution Imaging Science Experiment (Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución o HiRISE) de la Universidad de Arizona, se aprecia lo que parece ser el rostro de un enorme osito marciano incluidos dos ojos pequeños y redondos, una nariz y un hocico hacia arriba devolviendo una sonrisa al lente de la cámara en la nave espacial.

Según precisó la Universidad en un breve comunicado, esta imagen tomada el 12 de diciembre anterior, exhibe una extraña variedad de formaciones geológicas mientras el MRO navegaba a aproximadamente a 251 kilómetros sobre el Planeta Rojo.

La MRO fue construida por la empresa Lockheed Martin según el diseño y especificaciones del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos. No obstante, todo el equipamiento del instrumental científico lo pusieron la Universidad de Arizona, la Universidad Johns Hopkins y la Agencia Espacial Italiana.

“Hay una colina con una estructura de colapso en forma de V (la nariz), dos cráteres (los ojos) y un patrón de fractura circular (la cabeza). El patrón de fractura circular podría deberse al asentamiento de un depósito sobre un cráter de impacto enterrado. ¿Quizás la nariz es un respiradero volcánico o de lodo y el depósito podría ser lava o flujos de lodo?”, planteó el investigador HiRISE, Alfred McEwen.

Personas capaces de apreciar la cara de un oso entre este conjunto de rocas y grietas polvorientas pueden agradecer esto a un fenómeno llamado pareidolia: la tendencia psicológica que lleva a las personas a hallar gracias a un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) algo que se percibe como una forma reconocible debido a un sesgo en la percepción.

El término tiene origen psiquiátrico pero se ha popularizando al punto de perder el sentido patológico que tuvo hace décadas.

La pareidolia puede hacer que las personas interpreten imágenes aleatorias, o patrones de luces y sombras, como caras, según lo explicó el astrónomo, astrofísico, cosmólogo, astrobiólogo y escritor Carl Sagan en su libro El mundo y sus demonios: la ciencia como una luz en la oscuridad.