UE impulsa 300 empleos para pequeños productores de zona norte con dinero para restauración biológica

Iniciativa aportará unos ¢1.673 millones para pagos por servicios ambientales que brinden organizaciones comunales y pobladores de la región

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Unos 300 empleos y la restauración de 2.500 hectáreas en la zona norte serían los beneficios de un plan financiado por la Unión Europea y el Gobierno de Alemania.

Su aporte por 2,3 millones de euros (unos ¢1.673 millones) se utilizará para pagar a pequeños productores de la región por servicios agroforestales y silvopastoriles (integración de árboles, forraje y el pastoreo de animales domesticados en armonía).

Igualmente, habrá reconocimientos por servicios de protección de bosques en las parcelas o fincas de los participantes.

El plan también pretende apoyar a grupos organizados de mujeres y jóvenes en el desarrollo de proyectos productivos y de conservación ambiental financiados a través de estos fondos concursables.

Dentro de este grupo se incluirían asociaciones de desarrollo que podrán acceder a proyectos de esta índole, principalmente por instalación y mantenimiento de la señalización planificada para las Áreas Silvestres Protegidas como humedales y áreas de patrimonio natural del Estado.

La iniciativa presentada este miércoles la ejecutará el Gobierno de Costa Rica con el apoyo técnico y financiero de los europeos, a través del Fondo de Desarrollo Verde para la región SICA. El Fondo es parte de la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI) e implementado, a nivel regional, por la Cooperación Alemana al Desarrollo, GIZ.

El plan se denomina “Restauración del paisaje productivo a través de la participación comunitaria, para aumentar la resiliencia al cambio climático, impulsar la reactivación económica y mejorar la conectividad de los ecosistemas”.

Su implementación está prevista para un año y medio bajo responsabilidad del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), adscritos al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), informó esta última institución en un comunicado.

También participarán en el plan, las organizaciones Fundación Banco Ambiental (Funbam) y la Secretaria REDD+ de Naciones Unidas.

Las acciones del proyecto buscan restaurar paisajes degradados y reducir la vulnerabilidad de comunidades y vida silvestre al cambio climático de la Región Huetar Norte del país, con la instalación de servicios ecosistémicos como cuido de afluentes de agua, fijación de dióxido de carbono en árboles, más conectividad ecológica, mitigar erosión de terrenos y favorecer la infiltración hídrica de lluvias hacia mantos acuíferos.

La restauración de ecosistemas y paisajes aseguraría importantes servicios para la población, de cara a los efectos del cambio climático a futuro en sus medios de vida y actividades económicas.

Como explicó Rafael Gutiérrez, director del Sinac, el cambio climático obliga a buscar opciones urgentes para adaptar los ecosistemas y las personas y mitigar sus efectos en otras áreas.

Por su parte, María Antonia Calvo, embajadora de la Unión Europea, expresó que el bloque europeo de naciones está comprometido con ecosistemas saludables y la preservación de la biodiversidad, tanto dentro de Europa como a nivel global.

“Estamos decididos a alcanzar ese balance entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las presentes y futuras generaciones”, subrayó la diplomática.

Otros aportes

En diciembre, el Banco Mundial suscribió con el Gobierno un acuerdo para girar al país $60 millones durante cinco años como premio por la protección forestal y reducción de emisiones que realizan miles de familias, comunidades y entidades públicas dueñas de terrenos con bosques.

Los fondos provendrán del Acuerdo de Pago por Reducciones de Emisiones con el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, conocido como ERPA (Emission Reduction Purchase Agreement, por sus siglas en inglés).

Fue suscrito por el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) que administra el Banco Mundial.

Un mes antes, la Junta Directiva del Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés) aprobó $54,1 millones en fondos no reembolsables para Costa Rica bajo la modalidad de “pago por resultados”, en el marco del financiamiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc).

Esta modalidad reconoce esfuerzos de países como Costa Rica por responder a la crisis climática con fondos para darle continuidad a las políticas públicas en ese sentido.

Con esa donación, Costa Rica se convirtió también en el primer país centroamericano en recibir fondos no reembolsables por resultados exitosos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.