Televisión con línea al cielo florece sobre casas de barrio

Disfrute de canales foráneos se afianza en sectores populares y en la zona rural

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Concluida su faena tras el volante del taxi, Ponce Chaves vuelve a su hogar donde pasa la noche con su esposa Zaida y su hija de 11 años.

En su casa, en el precario Martina Bustos, a cinco kilómetros al norte de Liberia, suele ver con su familia documentales de Discovery Channel o alguna película.

Pueden hacerlo porque tienen el servicio de televisión satelital de la empresa Sky ; ese que le permite a Zaida zambullirse en la trama de telenovelas extranjeras en una pausa de su trabajo doméstico y a su hija reírse con las aventuras de Dora La Exploradora y Phineas y Ferb ; sus programas predilectos.

Su vecina Jazmina Gómez también, a pesar que su hogar tiene por paredes latas de zinc, ventanas sin vidrio y un techo metálico donde se alza la antena gris que a ella y a su hijo les depara sesiones juntos frente a la pantalla luminosa.

“A veces es difícil pagar y nos lo han cortado porque tampoco uno va a dejar de comer por pagar el servicio. Eso sí, cuando está, le sacamos provecho”, explicó Zaida.

Como nunca antes, hoy más casas en barrios populares, precarios y zonas rurales, saborean las mieles de la televisión internacional.

Esto fue propiciado por el arribo de otra empresa al mercado nacional, donde solo estaba Sky, lo que abarató el servicio .

“Más familias de bajos ingresos hoy acceden a programación de canales internacionales. Antes lo impedían el precio o la falta de puntos de conexión terrestre en el modelo de televisión por cable”, precisó Walther Herrera, de la división de mercados de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).

Subida. Los clientes pasaron de 67.610 en el primer trimestre del 2012, a 116.371 en el segundo del 2013; un repunte del 72% que representa 48.761 nuevos abonados en año y medio, según cifras de Sutel.

El número creció con fuerza desde el 2013, cuando la empresa Claro empezó a ofrecer sus paquetes.

“Cuando llegamos, la penetración de sistemas de televisión era solo del 40%; el resto del país estaba desatendido y más en el área rural, donde las cableras no tenían señal, pues se limitan a un crecimiento físico de cable coaxial”, dijo Carolina Sánchez Rangel, vocera de Claro.

El sector rural también es donde se asienta el grueso de clientes de Sky: 70% se localizan allí, afirmó Cinthia González, su gerente administrativa y financiera.

En este tipo de comunicación, la señal desciende de un satélite directo a una antena en la Tierra. Esto permite difundir la señal a grandes extensiones de terreno, sin importar las elevaciones que haya.

Cuando Claro se metió en el mismo negocio de Sky, la compañía lanzó un paquete que cuesta $17 al mes denominado VETV para competir por precio con su nuevo rival.

Lluvia fuerte apaga señal. No obstante, González admitió que el mal tiempo sí interrumpe la transmisión (por unos minutos, dijo) si ese día hay viento o lluvia fuertes.

Es igual en el caso de Claro, confirmaron algunos de sus usuarios.

“Tenemos problemas con la antena si se pone nublado o llueve. Se va la señal. No es buen servicio pero nos dicen que esto es normal en la zona”, se quejó ayer Johana Mejías, ama de casa, quien vive en el pueblo de Paquita de Quepos con su esposo y dos hijos menores.

Sus vecinos, también clientes de Claro, coinciden pero siguen con el servicio. El encanto reside en la compañía al momento de ver televisión, al margen del vaivén de la señal o la misma programación.

“Hace dos meses lo pusimos y ha sido muy útil para mi hija por los programas educativos. De noche, me gusta llegar y sentarnos ella, mi esposa y yo a ver juntos”, expresó el mecánico David Matarrita, otro residente de Paquita, en Quepos. Colaboraron los periodistas: Carlos Vargas y Wanda Araya.