Un televisor en la sala de la casa o una computadora con acceso a Internet son dos lujos inalcanzables para algunos vecinos de cantones fronterizos y costeros del país.
La tenencia de estos artefactos electrónicos es desigual y muestra amplias brechas entre las zonas urbana y rural, según datos del decimoctavo informe del Estado de la Nación.
Las mayores diferencias se aprecian en la tenencia de televisión por cable o satelital. Mientras que en la zona urbana un 56,4% de la población cuenta con esta tecnología en casa, en el área rural solo un 17,2% la tiene.
El porcentaje de viviendas con conexión a Internet también confirma una concentración de esta tecnología en la Gran Área Metropolitana (GAM), en 15 cantones de San José y Heredia.
En la zona norte, cantones como La Cruz, Upala, Los Chiles, Guatuso y Sarapiquí tienen una conexión inferior al 15%.
Efectos. “Dicha tendencia consolida la distribución desigual, en términos geográficos, de activos que se consideran claves para la productividad e insertarse en empleos de mejor calidad”, señala el informe Estado de la Nación .
En Costa Rica, solo un 32,8% de las viviendas tienen una computadora de escritorio y solo el 33,5% de los hogares están conectados a Internet.
El televisor con pantalla de plasma forma parte del repertorio tecnológico en 280.171 hogares, lo que representa un 20,6% de la totalidad de las viviendas, según el Censo 2011.
Sin embargo, la tenencia de tecnología no está asociada a la calidad de vivienda, sino a la ubicación geográfica de esta.
En precarios urbanos, el pago de la factura por el servicio de la televisión por cable forma parte de los gastos fijos mensuales, en gran parte de las viviendas.
“Mis hijos querían ver otro tipo de fábulas en la televisión, entonces decidí empezar a pagar por el servicio de cable ¢13.000”, detalló Luis Antonio Vargas, vecino de Tirrases de Curridabat.
Sin importar si deben pagar cuotas de créditos, los vecinos de los cantones urbanos consideran una necesidad tener a mano dichas tecnologías.
Con amplias diferencias en el acceso entre las zonas urbana y rural, los aparatos electrónicos siguen dominando entre las paredes de la ciudad.