Exactamente dentro de un año, todos los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) deberán hacer el tamizaje auditivo neonatal antes de que cada bebé cumpla tres meses de nacido.
Con esa prueba no solo se conocerá si un infante tiene un mal auditivo congénito, sino que será más oportuno su tratamiento.
Actualmente, solo los hospitales México, San Juan de Dios y el de Heredia hacen ese tamizaje.
La obligatoriedad de hacer el diagnóstico quedó establecida en la Ley N.° 17.175 que fue aprobada a finales del mes de mayo en la Asamblea Legislativa.
Dentro de la normativa se exige que la Caja brinde la atención debida a aquellos pequeños a quienes se les descubran dificultades para poder escuchar.
El tema ya puso a correr a las autoridades de la CCSS y para hoy está programada una reunión en la Gerencia Médica, donde se verá la manera de incorporar en el sistema de salud el nuevo tamizaje.
Aunque se intentó obtener un criterio sobre cuáles serían las primeras acciones, la Caja informó de que sería hasta después de la reunión cuando se den detalles.
Cifras de la Academia de Audiología de Costa Rica revelan que el país tiene una incidencia en males auditivos que ronda entre 1 y 3 niños por cada 1.000 nacidos. En el país se dan un 6.000 partos al mes.
Aprendizaje. ¿Qué consecuencias conlleva la no realización del tamizaje auditivo neonatal ?
El médico José Raúl Sánchez, presidente de la Academia de Audiología de Costa Rica, explica que la ausencia de ese diagnóstico dificulta el aprendizaje en aquellos niños con problemas de audición que no fueron detectados a tiempo.
Las deficiencias más comunes en esa población están en el habla y el lenguaje en general.
Por no tratar ese mal a tiempo, se dan casos de “sordomudos”, un concepto que –según explican los especialistas– no existe.
“Esos niños (con problemas en la escucha) no son mudos, sino que por su dificultad en la audición desde pequeños no aprenden a hablar porque no logran escuchar bien las palabras y los vocablos”, manifestó Sánchez.
Ese tipo de casos son los que se evitarían con el tamizaje que ahora se deberá implementar en todos los hospitales de la Caja.
El presidente de la Academia dijo que el equipo para el tamizaje tiene un costo que oscila entre los $5.000 y $7.000. La Caja tendría que instalarlo en sus 29 hospitales.
Julián Chaverri Polini, especialista en Otorrinolaringología asignado al Hospital México, insistió en que las pruebas auditivas deben hacerse a los pocos meses de vida del bebé, pues en los dos primeros años es cuando el niño desarrolla gran parte de su aprendizaje.