Roma fotografía a la 'costarricense del milagro'

Católicos la reconocen en la calle, le dan cartas y sacan sus celulares

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Roma, Italia.

En las calles de Roma, Floribeth Mora es conocida como "la miracolata" (la mujer del milagro). Llegó a Italia, a eso de las 8 p. m. y ya las cámaras esperaban ver a la mujer que, según el Vaticano, fue curada por la intercesión de Juan Pablo II.

En una conferencia de prensa, en la Embajada de Costa Rica en Roma, Floribeth Mora dijo a La Nación que su llegada a Italia fue especial, pues mientras recogía su equipaje hubo quienes se acercaron para pedirle fotos con el celular y entregarle cartas con más peticiones para el futuro santo.

"Estoy muy agradecida por el trato que he recibido. En estas pocas horas que llevo en Italia, lo que más me impacta es que la gente me reconoce en la calle, en el aeropuerto, me piden sacarme fotos. Es muy bonito, pero hay que recordar que los protagonistas de esta historia son Dios, Juan Pablo II, Juan XXIII y la Negrita de los Ángeles", dijo Mora.

Este viernes 24 de abril, en la iglesia de Santa Ana en el Vaticano, colocarán una réplica de la imagen de la Virgen de los Ángeles, misa en la que también participará Mora.

La agenda de 'la costarricense del milagro' se inicia a las 7 a. m. y atiende a periodistas de todo el mundo que le preguntan sobre el milagro y los cambios en su vida después de que se dio a conocer que un milagro concedido a una costarricense haría santo a Juan Pablo II.

"Mi vida sigue siendo igual, solo que desde julio del año pasado empecé a atender a unos cinco periodistas por día, en mi casa, por teléfono, o por Internet. A la prensa nacional e internacional, agradezco la cobertura que han dado, porque esta es la forma de llevar mi testimonio al mundo entero", expresó Mora.

En esta travesía por el Vaticano, la acompañan su esposo Edwin Solano y sus hijos Keiner y Edwin, quienes también manifestaron sorpresa por la cantidad de cartas y de fotografías que Mora ha recibido.

A la rueda de prensa, también llegó el médico costarricense, Mariano Ramírez, quien formó parte de una comisión en Costa Rica para comprobar si la curación no tenía explicaciones científicas.

"Estuve doce días trabajando hasta muy tarde con toda una comisión en Costa Rica y comprobamos que no había ningún criterio científico para explicar la curación", dijo Ramírez.