Rampa en buses es insuficiente para personas con discapacidad

Usuarios reclaman mantenimiento de calles y aceras para mejorar accesibilidad

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Las paradas de buses en mal estado y la indisposición de algunos choferes hacen insuficientes las rampas en los autobuses para personas con discapacidad y adultos mayores.

Los huecos, desniveles en aceras y gradas son algunos de los obstáculos que, con gran frecuencia, sortean las personas para llegar a la calle, además de varillas salidas del cemento y carros mal estacionados.

En un recorrido por paradas de buses en Aserrí, Desamparados y el centro de San José fueron evidentes las dificultades de acceso, con lo cual la rampa del bus se convierte en un elemento inútil, si no se puede llegar a ella.

A la mala infraestructura de las paradas de buses, hay que sumar el maltrato de los choferes, quienes aceleran cuando ven a una persona en silla de ruedas o desconocen el manejo de la rampa del autobús.

“La mayoría de las veces, me dejan botada. Como me ven en silla de ruedas, no paran. Hay paradas en las que no puedo esperar el bus porque tienen grada”, dijo Lilliana Hurtado, vecina de Desamparados.

El Consejo de Transporte Público (CTP) informó de que el 98% de la flotilla de buses del país cuenta con rampa de acceso para personas en silla de ruedas.

Sin embargo, José Rojas, representante de la Asociación Pro Defensa de los Usuarios de Servicios Públicos (Asoprousuario), cuestionó la veracidad de los datos divulgados por el CTP.

Según Aura Álvarez, del Departamento de Inspección y Control del CTP, cerca de 4.300 unidades tienen rampas de acceso, cinturones y timbres al alcance para la población con discapacidad.

“Recordemos que la revisión técnica vehicular (para buses) es dos veces al año y Riteve debe fiscalizar la existencia de las rampas en cada uno de los buses”, explicó Álvarez.

En principio, el plazo para hacer cambios en los buses vencía en diciembre anterior, pero, por solicitud de los concesionarios, se otorgó una prórroga de tres meses y el CTP señala que se harán controles constantes para velar por el cumplimiento de la ley.

Esa supervisión pretende garantizar el acceso de las personas con alguna limitación física.

La Policía de Tránsito puede retirar las placas de los buses que circulen y no tengan rampa.

Como agua en un cesto. Para los usuarios de este servicio público, el uso de rampa en los buses es insuficiente si no se mejora el estado de las paradas y la cultura de servicio al cliente de los choferes. “Nada se gana con poner rampas en los buses, si las municipalidades no arreglan las paradas y las hacen accesibles. Para uno que anda con bordón es difícil. Yo tengo que correr porque si no, los choferes no esperan”, expresó Juanita Romero, quien vive en San Juan de Desamparados.

La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) calcula que el negocio autobusero mueve en Costa Rica ¢358.000 millones al año.

Junior García, chofer de Autotransportes Desamparados, dijo que la empresa les ha brindado capacitación sobre uso de las rampas y trato a las personas con discapacidad y adultos mayores.

“Uno sabe que ellos son prioridad; hay que darles el servicio como a cualquier otro usuario, pagan igual y merecen trato de calidad”, afirmó García.

Las personas reclaman un compromiso municipal y del Ministerio de Obras Públicas y Transportes para mejorar la accesibilidad en las paradas de buses. “En este país, las cosas se hacen a medias. Se le pide a la empresa privada mejorar, pero la infraestructura vial es un fiasco”, dijo José Rivas, de Pavas.