Las burbujas del agua caliente en la tina no alertaron a una niña de tres años que estaba lista para entrar al baño, y se sumergió en el líquido.
Los gritos avisaron a Yency Castro, madre de la menor y vecina de Moravia, quien recuerda cómo aquellos segundos en que salió a ver quién tocaba el timbre bastaron para convertir ese día de febrero en pesadilla.
Su historia forma parte de los 3.321 casos de niños que sufrieron quemaduras durante el 2012 y que representan un 42% del total de quemados durante ese año.
“Las estadísticas duelen; esta cifra es la más alta en los últimos siete años y tenemos una responsabilidad conjunta para prevenir este tipo de situaciones”, expresó el director del Hospital Nacional de Niños (HNN), Orlando Urroz.
Prevención. La mayoría de las quemaduras ocurren con la presencia de algún adulto en el hogar y son provocadas por líquidos calientes y descargas eléctricas.
“Los hogares de escasos recursos registran mayor incidencia en este tipo de emergencias, pero lo más importante es que nadie crea que está exento y tomen las medidas necesarias”, indicó el jefe de la Unidad de Quemados del HNN, Carlos Siri.
Los médicos advierten a los padres de familia sobre la importancia de la vigilancia y de mantener los electrodomésticos y recipientes con líquidos calientes fuera del alcance de los niños.
En caso de una emergencia de este tipo, se recomienda introducir el área quemada bajo el agua del tubo, durante 10 minutos.
Las zonas más afectadas del cuerpo en niños son cabeza, cuello, tronco, muñecas, hombros, manos y caderas.