Un grupo de investigadores del Tecnológico decidió solo dejar de preocuparse por algunos problemas del país, y se puso manos a la obra para buscar soluciones.
Fue esa motivación la que unió a especialistas en ingeniería, computación y matemática a probar técnicas para prevenir fallas en los puentes o a identificar las áreas bajo mayor amenaza volcánica.
Ellos conforman el programa eScience, cuya idea nació hace dos años en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y que desarrolla ya cinco proyectos.
Entre estos se encuentran los que han denominado el eBridge y Ceniza Irazú.
“Somos una universidad diferente, con carácter tecnológico aplicada para resolver problemas que son emergencia nacional”, expresó Giannina Ortiz, directora del programa.
La falta de información en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) sobre el estado de los 7.300 puentes nacionales fue el impulso para evaluar este tipo de infraestructura vial.
Para ello, colocan censores para medir los niveles de deformación, vibración y desplazamiento de la obra pública, mediante programas de cómputo y materiales diseñados por los investigadores.
“Los estudios previos le permitirían al Gobierno ahorrarse millones de colones que invierten en corregir estructuras sin evaluaciones previas , explicó Ortiz.
El primer resultado del proyecto eBridge fue una medición efectuada la semana pasada en el puente del Río Purires, en Cartago; cuyos planos ni siquiera tiene el MOPT.
Dicha evaluación se encuentra en la fase de procesamiento de datos. Una vez que se concluya, emitirán recomendaciones.
“Nosotros tuvimos que hacer los planos y se los daremos al MOPT junto con las variables estudiadas. Ellos han mostrado interés en el proyecto, pero es un tema que le plantearemos al nuevo ministro (Pedro Castro)”, dijo Ortiz.
La investigadora enfatizó en que no se trata de cambiar una estructura sino conocer las variables y definir modificaciones oportunas, que eviten accidentes futuros.
“El tema de infraestructura es un tema que nos preocupa y que estamos trabajando desde hace dos años. Empezamos poquitos y vamos creciendo”, concluyó Ortiz
Desde el 2010, el Gobierno planea reparar y construir 200 puentes. Además, están pendientes las obras de reforzamiento del paso sobre el río Virilla sobre la Autopista General Cañas, por donde circulan hasta 90.000 vehículos diarios.
Con cenizas. Otra de las aplicaciones de eScience es predecir fenómenos mediante programas de simulación que permiten visualizar escenarios.
Ejemplo de ello, es el programa Ceniza Irazú que simula el comportamiento de la ceniza que expulsó el volcán Irazú, entre 1963 y 1965, para identificar las áreas de mayor amenaza.
“Tomando en cuenta la actividad volcánica de Costa Rica, se diseña este modelo teórico que se basa en proyecciones y que puede ser utilizada en otros escenarios”.
Similar a este proyecto, existe el Ireal: una tecnología que con tercera dimensión (3D) recrea escenarios de emergencia, de forma que el usuario se sienta inmerso en el ambiente virtual.
El presupuesto anual para este programa de investigación llega a los ¢170 millones anuales, de los cuales ¢ 150 millones están destinados a la compra de equipo.
El programa recibe el dinero del ITCR, el Consejo Nacional de Rectores (Conare), el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit) y el apoyo de empresas privadas.
“Tenemos un equipo elaborado en su totalidad por los laboratorios del TEC, y cuatro proyectos que en su mayoría se trabajan desde acá. Sólo eBridge (puentes) requiere un trabajo de campo”, dijo Ortiz.
Prevención . La e-ciencia se basa en desarrollar mecanismos tecnológicos para evitar fallas. Eso es lo que hacen los investigadores del proyecto Semat: un sistema que identifica anomalías en los motores.
“La idea con la totalidad del programa es aplicar metodologías que nos ayuden a prevenir. De nada sirve criticar que algo está mal, si no se hace nada por corregirlo”, explicó la directora del programa.
Dentro de la iniciativa también se encuentra el proyecto denominado eFlora que pretende crear una base de datos para identificar especies arbóreas.
El desarrollo de este modelo de simulación ha sido el fruto de capacitaciones en el extranjero y de seguir parámetros exitosos de universidades en Estados Unidos y países europeos.