Más lluvia este año augura más electricidad hídrica y repunte en el nivel de embalse Arenal para 2021

Centro Nacional de Control de Energía proyecta 69% de electricidad de este tipo de plantas y menor ritmo de exportaciones de energía a la región

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El año 2020 traerá un repunte en las lluvias respecto al año pasado que permitirá más generación hidroeléctrica e, incluso, guardar agua en el embalse Arenal para utilizarla en el 2021.

Esta es una de las principales proyecciones del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE), dadas a conocer este martes por el director de esa entidad, Salvador López.

Con esta proyección se toman previsiones para asegurar la atención de la demanda eléctrica nacional.

Se estima además un crecimiento de 2,73% en la demanda de electricidad, mientras que en el 2019 se registró un aumento del 1,89%, cuando Costa Rica consumió 11.334 Gigavatios (GW) de electricidad.

“Recuperar Arenal nos obliga a una gran prudencia en el manejo de exportaciones de energía a Centroamérica ya que ese es un recurso estratégico para Costa Rica”, explicó López en referencia a cómo se atenderá las necesidades de electricidad conforme el planeamiento operativo del año para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

El embalse Arenal es de tipo interanual y el único capaz de guardar agua de un año para otro específicamente para generación hidroeléctrica en verano.

Si no se permite que aumente el nivel del agua durante el segundo semestre de cada año, la capacidad de generación hídrica de Costa Rica se compromete en el primer semestre del siguiente año, cuando llegan los meses con menos lluvias.

A diciembre del 2019, el embalse cerró a una altura de 540 metros sobre el nivel del mar (msnm)lo cual es 2,66 metros menos con respecto a la previsión para ese mes. Este lunes, el nivel del embalse estaba en 540,4 msnm conforme el informe diario de la operación del SEN que elabora el Cence.

El año pasado, la energía hidroeléctrica aportó 66% del consumo nacional mientras en el 2018 fue 72%; lo cual equivale a una caída de 6%.

En cambio, para el 2020, la generación hídrica rondaría 69% (un repunte de 3%).

“La cantidad de energía que necesitamos meter en forma de agua en ese embalse es enorme, por lo cual para este 2020 queremos un crecimiento allí luego de un 2019 menos lluvioso, y es justo porque tuvimos un 2019 menos lluvioso que optamos por esta ruta para el actual año”, explicó.

López señaló que el déficit de lluvias en cuencas donde existen plantas de generación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) cayó solamente 10% en enero y esa es la previsión para febrero.

Sin embargo, entre marzo y diciembre se espera normalidad en las precipitaciones con un inicio de la temporada lluviosa en mayo y con niveles cercanos al histórico de lluvias en esas cuencas”, agregó.

Según López, esto permitirá que en el segundo semestre del año se permita recuperar el embalse Arenal gracias a esas lluvias previstas y una menor exportación de energía hidroeléctrica al Mercado Regional Centroamericano (MER).

“Entonces esta previsión para el segundo semestre no nos permite tantas exportaciones, nuestro potencial de exportación de excedentes de energía por cuenta del embalse Arenal será por lo tanto menor”, explicó.

Otras fuente limpias de electricidad como generación eólica y geotérmica se prevén en 14,7% y 14%, respectivamente y un aporte generación térmica (a base de hidrocarburos) de 1,4% sin considerar importaciones de electricidad del MER.

“Creemos que la generación térmica este año incluso será menor en la forma de importaciones del MER”, adelantó López.

El año pasado, el beneficio económico de las exportaciones e importaciones de energía del MER alcanzó los $64,4 millones. De ellos, $47,7 millones corresponden a importaciones de energía que resulta más barato comprarla en otros países centroamericanos que generarla con términa aquí.

La diferencia de $16,7 millones corresponde a ganancias del ICE por ventas al exterior de excedentes de energía hidroeléctrica al final de la jornada; principalmente proveniente del embalse Arenal.