Plan para nuevo tren debe estar listo en nueve meses

Este ferrocarril tendría capacidad para 150.000 pasajeros diarios

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¿Qué pasará con la construcción del tren eléctrico, luego de la renuncia de Guillermo Santana a la Presidencia Ejecutiva del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer)?

El exjerarca respondió que el proyecto seguirá adelante y, en los próximos nueve meses, la entidad deberá tener lista la estructura con la que se piensa financiar, así como el cartel de licitación para su contratación.

Mientras eso sucede, el Instituto planea ejecutar un fideicomiso de $40 millones para la reparación de la vía férrea, mejorar estaciones y automatizar el sistema de cobro de pasajes.

Santana dijo, durante la conferencia de prensa en la que hizo oficial su salida, que estas acciones sacarán el servicio de tren de la "condición roja" en la que se encuentra y lo llevarán a una "condición amarilla".

En la actualidad, el servicio de tren sufre constantes interrupciones y atrasos por el mal estado de los ferrocarriles y de la línea férrea.

El nuevo sistema, valorado en unos $1.400 millones, requerirá la intervención de la empresa privada, pues la nueva ley de fortalecimiento del Incofer le permite a la entidad endeudarse por un máximo de $405 millones; es decir, un 40% de sus activos.

Meses atrás, Santana ha hablado de posibles alianzas público-privadas para sufragar el costo de la construcción.

"Este es un proceso por fases. En la primera, que denominamos fase cero, el nivel de servicio será mejorado; eso significa una primera inversión de $8 millones para mejorar estaciones e implementar el pago electrónico.

"La segunda fase implicaría la contratación y construcción de un sistema ferroviario nuevo y con un ancho de vía diferente al que usamos actualmente", expresó Santana.

Esta inversión tendría una vida útil de 50 años, de acuerdo con las estimaciones de Incofer.

El nuevo sistema de ferrocarril permitiría trasladar hasta 150.000 pasajeros por día, 135.000 personas más de las que moviliza ahora.

La institución reportó que, en el 2014, el tren fue utilizado por 3,6 millones de personas y en el 2015, esa cifra subió a 4 millones.

Carlos Villalta, ministro de Obras Públicas y Transportes, agradeció la labor de Santana y rescató la necesidad de modernizar el servicio de tren.

Sin roces. El expresidente de Incofer enfatizó, durante sus declaraciones a la prensa, que su renuncia no se debe a diferencias de criterio con el Gobierno.

Señaló que no tiene roces con ningún sector de la Administración y que su separación se debe a razones personales y familiares.

"El deber de quien está al servicio de una administración es cumplir el mandato y los lineamientos y hacer ver que hay necesidades. Y lo he hecho, con los proyectos (...). No hay ningún roce con ningún segmento", manifestó Santana.

También, rechazó que se renuncia se deba al interés de mejorar su salario actual, al regresar a su plaza de tiempo completo como profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Desde que asumió su puesto, Santana ha gozado de un permiso de medio tiempo en la UCR para desempeñar sus funciones en el Instituto.

Como jerarca de Incofer, Santana recibía un salario de ¢2,4 millones al mes, mientras que, como docente universitario (tiempo completo), devengaba ¢4,5 millones. Actualmente, recibía poco menos de ¢2 millones de la Universidad.

El permiso de la UCR, según el funcionario, fue renovado semanas atrás por un año más. Sin embargo, declaró "que necesita dedicarle más tiempo a su familia".

Un pronunciamiento de la Procuraduría General de la República estableció que no existía ninguna irregularidad en esta doble función, pues existía un convenio con el Consejo Nacional de Rectores (Conare) que permitía el préstamo de académicos para laborar con el Gobierno.