Unas 400 hectáreas del manglar de Puntarenas están devastadas debido a la quema, tala e invasiones por parte de parceleros del distrito de Pitahaya de la provincia costera.
Los destructores siembran maíz y luego caña de azúcar para venderla al ingenio azucarero El Palmar, empresa que tiene el deber de comprar la caña a los vendedores que lleven el producto a sus patios.
Para el desarraigo total de los cultivos, el Tribunal Ambiental Administrativo dio un plazo de un mes al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) para que elimine los cultivos de caña, maíz y otros sembradíos que existan dentro de los límites del área protegida.
"No hemos tenido una respuesta enérgica del SINAC para atender la problemática que va en crecimiento. Hay que frenar estas acciones porque el manglar ya está muy dañado", manifestó José Lino Chaves, presidente del Tribunal Ambiental.
El Tribunal tiene 28 expedientes abiertos de casos que afectan el manglar de Puntarenas y ubicó 48 fincas inscritas que colindan o están totalmente dentro del manglar.
La destrucción del manglar implica daños al ecosistema, donde las especies de peces son las que resultan más afectadas.
El Tribunal Ambiental enviará los 28 expedientes al Ministerio Público para que proceda a sacar a los finqueros y peones que están invadiendo la zona.
Los invasores están a lo lardo del estero de Puntarenas hasta Chomes y Punta Cocoroca, pasando por los sectores de Quebrada Gata, Río Naranjo, estero Los Negros, río Ciruelas, río Seco, río Aranjuez, río Sardinal y río Guacimal.