El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) otorgó un permiso de un año a la empresa 3-101-622925 S.A., para que solvente la crisis de abastecimiento del gas licuado de petróleo (GLP) que vive el país desde hace 13 días.
La compañía empezará a brindar el servicio público esta misma tarde, confirmó el vocero Hugo Levy, minutos después de obtener la autorización por parte de la Dirección General de Transporte y Comercialización de Combustibles (DGTCC).
"Esta misma tarde vamos a empezar a envasar, llamaremos a los establecimientos con faltantes para proveerles el servicio e iniciaremos el proceso de envasado con cilindros nuevos. El problema del suministro no se resolverá en un día; creemos que la próxima semana va a haber un cambio sustancial y significativo en el mercado", dijo Levy.
De acuerdo con Levy, el permiso les permite operar, de forma libre, durante un año. Para obtener la concesión permanente, la empresa está condicionada a importar 1.500 cilindros nuevos cada mes, durante los 12 meses. Esto, con el propósito de que se rejuvenezca el parque nacional de envases, y que estos cumplan con la normativa técnica centroamericana.
La compañía 3-101-622925 S.A. es de capital costarricense y extranjero, y adquirió las marcas y establecimientos de Petrogas y Solgas, las cuales operaban en el país pero perdieron el año pasado su concesión para dar el servicio público. Actualmente, la firma cuenta con 17.500 envases 'viejos' y 6.000 nuevos, y sus planteles están ubicados en La Lima de Cartago y Guácimo de Limón.
La empresa podría trasegar 60.000 galones y 3.000 cilindros diarios, con lo cual se abastecería alrededor del 20% de la demanda nacional. Asimismo, cuenta con 42 vehículos de transporte de cilindros, cinco cisternas y cuatro cisternas graneleros. Los trámites para conseguir la concesión ante el Minae iniciaron el 15 de enero.
Esta autorización temporal se da pocas horas después de que el ministro de Ambiente, Édgar Gutiérrez, anunciara las medidas urgentes para normalizar el abastecimiento del gas. El divorcio de Miguel Zaragoza y Evangelina López, dueños de la compañía Gas Zeta, paraliza la mitad de las ventas de gas licuado de petróleo en el país. La repartición de bienes del matrimonio, pactada en Texas, Estados Unidos, condujo a un drama legal que tocó suelo costarricense y afecta el abastecimiento de este servicio en sodas, restaurantes y hoteles.
Por su parte, Gas Zeta informó de que sigue a la espera de que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) autorice el ingreso de sus cisternas, con el fin de reiniciar cuanto antes el suministro de carburante.