El sonido de las trompetas de una cimarrona detuvo el paso de los transeúntes en el parque Central de San José, quienes reaccionaron sorprendidos ante el altar de víveres que había frente a la catedral.
Frutas y verduras donadas por los trameros de los mercados de San José construyeron un huerto que beneficiará a huérfanos, enfermos e indigentes.
“Es un acto simbólico que tiene un alto propósito social; donamos víveres para los albergues Madre de Dios, Obras de San Martín y la Casa de la Esperanza”, dijo Juan Valverde, del Mercado Borbón.
La actividad revive el momento en que Cristo fue apresado por los soldados romanos en el Huerto de los Olivos y forma parte de las actividades josefinas durante Semana Santa, desde hace cinco años.
“Es una manera de llevar la solidaridad a las personas que están más necesitadas aquí en la capital. Es un mensaje de caridad y de amor al prójimo”, expresó monseñor Hugo Barrantes.
El arzobispo Barrantes hizo una oración con los feligreses y los comerciantes que llegaron al parque Central, y después bendijo con agua los frutos del huerto.
En medio de las ofrendas y encerrado en una pequeña jaula, la presencia de un gallo recordó el pasaje bíblico cuando el apóstol Pedro negó en tres ocasiones conocer y haber sido discípulo de Jesús.
“La gente trae el gallo y de una manera muy bonita recuerdan ese momento que fue real, que no fue una novela. Es una realidad de que Cristo fue traicionado y dio la vida por nosotros”, agregó el pastor de la Iglesia católica.
En el mensaje a los fieles, monseñor destacó la importancia de la caridad y el amor al prójimo, más aún durante esta semana.
“Llevaremos comida a los más pobres. La Semana Santa es para conocer el perdón, para llevar una vida nueva de amor a nuestros hermanos, para entregarnos y seguir la caridad”, dijo Barrantes.
Organizados. La recolección se inició en los diferentes mercados desde hace una semana, en una campaña que cargó ayer las cajas de víveres en varios camiones.
“Estamos muy contentos porque este año yo podría decir que recogimos el doble que el anterior, la gente es solidaria y está dispuesta a colaborar con las personas más desprotegidas”, afirmó Johnny Arce, del Mercado Central.
En medio de la cumbia que sonaba frente a la catedral, hubo quienes sacaron sus celulares y tomaron fotos a la imagen del Nazareno y a las mascaradas.
“Esta actividad es muy bonita; es la primera vez que vengo; no sabía que aquí hacían eso y me parece que es necesario que la gente se involucre”, manifestó Magaly Rojas, vecina de Montes de Oca.
Como doña Magaly, hubo quienes aprovecharon la presencia de sacerdotes y del obispo Barrantes para pedirles la bendición.
Este jueves, en horas de la tarde, las diferentes parroquias en el territorio nacional celebrarán la misa del lavatorio de pies, durante la que se recuerda la última cena de Jesús con sus 12 apóstoles, antes de sufrir el camino hacia la cruz.