La Luna llena de febrero en Costa Rica será un espectáculo visual interesante porque parecerá como si su duración se extendiera por más tiempo.
La Luna llena ocurre cuando el Sol y el satélite están alineados en lados opuestos de la Tierra. Es entonces cuando toda la superficie lunar está iluminada por el Sol (ver ilustración).
La astronomía considera que la luna está llena solo un instante definido con precisión: cuando el satélite natural se sitúa exactamente a 180 grados frente al Sol en longitud eclíptica. Sin embargo, para el ojo humano, la impresión de llenura puede abarcar tres o cuatro noches seguidas como ocurrirá el otro mes.
El domingo 5 de febrero a las 12:28 a. m. es oficialmente la luna llena de febrero, según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) cuando será el pico de luminosidad (hasta 99.7% de superficie iluminada).
Sin embargo, parecerá llena desde la noche del sábado 4 de febrero con 97.9% iluminada y mantendrá la impresión al menos las noches del 6 y 7 de febrero cuando la superficie iluminada rondará 99% y 98%; respectivamente.
Otro aspecto curioso de esta fase, durante febrero, es que se encontrará en su punto más alejado de la Tierra (apogeo) durante el recorrido de su órbita elíptica: a una distancia de 405.830 kilómetros de la Tierra (de centro a centro).
Es por ello que será la Luna llena más pequeña de este 2023 y podría verse, a nivel del ojo humano, un 15% de menor tamaño respecto a la misma fase en otros meses del año.
Esta fase se llama plenilunio, cuando la cara del satélite luce totalmente iluminada con el brillo al tope durante la noche. Ocurre unas doce o trece veces cada año, según el calendario lunar.
El efecto lunar de esta fase sobre el planeta ha sido estudiado desde hace siglos pues afecta las mareas de los océanos e incluso los cauces de ríos. Es considerado el momento más propicio para cosechar cultivos y suele imprimirle vitalidad adicional a las plantas.