Intervenciones son el bisturí de la CCSS para ‘salvar’ servicios

Medida fue la única manera de mejorar atención en Grecia, Cartago y Nicoya

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Cuatro días antes de la celebración de la Navidad, la Junta Directiva de la CCSS tomó la última decisión del 2012: luego del análisis de varios informes de gestión, se acordó la intervención, por un año y con posibilidad de prórroga, del Hospital de Nicoya, el segundo más importante de la Región Chorotega.

En los documentos que sirvieron de base para fundamentar la decisión, se detalla que el hospital nicoyano presentaba situaciones como el cierre de agendas de consulta externa –no se asignaban citas–, la infraestructura estaba en pésimas condiciones –incluso antes del terremoto del 5 de setiembre– y no había un adecuado cumplimiento de la jornada laboral, entre un gran listado de hallazgos.

Esa intervención, que desembocó en la sustitución del director médico y la conformación de grupos de trabajo convocados desde otros hospitales, también la han experimentado otros centros de salud.

De alguna forma, el tomar el control de los servicios sin aviso previo por parte del nivel central de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se ha convertido en una especie de ‘bisturí’ para rescatar la atención médica deficiente.

Los hospitales Max Peralta, en Cartago, y Francisco de Asís, en Grecia, Alajuela, integran esa lista, seguidos del Servicio de Radioterapia del Hospital México y el Centro Nacional de Citologías.

María Eugenia Villalta, gerente médica, explicó que en las intervenciones hay factores comunes como las críticas listas de espera y las denuncias de los usuarios sobre la calidad de la atención.

De hecho, la intromisión se concreta hasta que se comprueba que las autoridades locales desatendieron las recomendaciones para que hicieran cambios.

Aunque cada caso es particular, la gerente señala que la del Hospital Max Peralta, en Cartago, ha sido la intervención más compleja.

Allí –según dijo, para poner a caminar los servicios fue necesario cambiar no solo la responsabilidad sobre la dirección médica, sino también las jefaturas de Anestesia, Cirugía y Mantenimiento.

Pendientes. Una intervención se inicia con el envío, al hospital bajo la lupa, de un Equipo Técnico de Asistencia Hospitalaria (ETAH).

El grupo está conformado por, al menos, cuatro profesionales: un médico, quien revisa lo relacionado con la atención y las listas de espera; un ingeniero, que evalúa aspectos de infraestructura. También se designa a un experto en informática para la revisión de todos los sistemas de cómputo; y, finalmente, un representante de Recursos Humanos de la Caja, quien estudia lo referente al clima organizacional y la estructura jerárquica del hospital o servicio.

Actualmente, el ETAH está trabajando en el Hospital Tony Facio, en Limón, donde desde noviembre se estudia la gestión local.

Este 29 de marzo, el equipo remitió el informe a la Gerencia Médica y en las próximas semanas se determinará si hay intervención.

Pero la lista no termina ahí: en unas semanas se hará un trabajo igual en el Hospital Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, y la fila continúa con los otros hospitales de la zona sur, dijo la gerente médica.