El 21 de diciembre, último día laboral para los funcionarios del nivel central de la CCSS, la presidenta ejecutiva de la entidad hizo un repaso de los temas críticos del año.
“Me hubiera gustado avanzar en más cosas de las que hicimos, pero tuvimos que concentrarnos en la gestión y buscar la estabilidad financiera”, dijo Ileana Balmaceda aquel viernes, sentada en su escritorio en el piso 9 de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
A continuación, un extracto de la entrevista con este diario.
¿Cuál es el balance que hace para este año?
Ha sido un año difícil, complicado, muy intenso, pero satisfactorio porque ya se están viendo los frutos de las decisiones que hemos ido tomando. El lograr el equilibrio financiero en un año, creo que es un logro importantísimo.
En cuanto a la gestión, tanto la administrativa como médica, ¿cómo la califica?
Esta es una institución muy grande y estamos revisando lo que es gestión en todos los niveles. Como ustedes ( La Nación ) lo han estado informando (reportajes sobre el mal estado de la infraestructura hospitalaria), cada unidad tiene el deber de gestionar, pero a veces solo se gestiona para arriba.
"Estamos revisando todos los procesos para que se haga una gestión adecuada, desde las compras hasta el mantenimiento.”
Lo que usted menciona es lo que ha faltado en la Caja.
Claro que sí. En el caso del mantenimiento, no se ha asumido con responsabilidad. La plata se usaba para otras cosas... son muchos temas, como listas de espera, de cómo se manejan los presupuestos, pero todos son problemas de gestión.
Usted menciona las listas de espera. Hay 652.000 personas en ellas. ¿Cree que en un mediano plazo se disminuya ese número?
Hemos estado trabajando en eso, porque en las listas de espera hay que hacer diferenciaciones. Unas listas son citas de control y otras son pacientes nuevos y en algunos sitios no las tienen diferenciadas.
El que suceda eso es otro ejemplo de una deficiente gestión local.
Sí, es un problema de gestión. Si nosotros tuviéramos todo digitalizado, sería más fácil, pero ahorita todo se lleva a mano.
¿No cree que la solución a eso está en el expediente digital?
Efectivamente, y vamos con un proceso. Creo que primero estará el expediente digital para el primer nivel –Ebais–, pero no es tan fácil como decir “tenemos el software , instalémoslo”, porque hay gente que nunca ha tocado una computadora.
”Ya tenemos también todas las especificaciones para el sistema financiero-contable y de costos, que es fundamental. Una institución como esta no puede seguir sin un sistema de información en ese campo, pero cuesta $80 millones.”
En otro tema, en las últimas semanas tomaron relevancia los Ebais ya que hay un temor de la población a que se den cierres.
Hay que aclarar que la Caja no pretende cerrar Ebais, lo que se quiere hacer es una distribución. Veamos el caso de San Pedro de Montes de Oca, que se convirtió en un centro comercial y la gente se fue desplazando. Lo que nosotros hacemos es ubicar el Ebais en donde está la población. No es cerrar Ebais, es redistribuirlos”.
Pero ustedes mismos dijeron que iban a cerrar nueve Ebais.
Es donde ha habido... eh, como en San Pedro, Curridabat, que ha habido una disminución importantísima de población. Lo que tenemos que hacer es un análisis, pero nosotros no queremos cerrar Ebais; al contrario, queremos fortalecer los servicios de primer nivel, pero tenemos que ubicar los Ebais en los centros de población.
Este año, la Junta Directiva analizó los 39 pluses salariales que paga la entidad. ¿Será el 2013 el año para comenzar a limitarlos?
Los pluses salariales es un problema país, no solo de la Caja. Aclaro que en esta administración no hemos creado ningún plus. En años anteriores se dieron por acuerdos con los sindicatos o por una necesidad especial, pero esto nunca se revisó. Ya se presentó un informe a la Directiva y se les pidió a las gerencias que analicen técnicamente qué y cómo se pueden quitar algunos, o bien replantearlos.
¿Estará eso listo en el 2013?
Esperamos que sí, no todos juntos, pero sí uno por uno, a ver qué se deja. Por ejemplo, se verá cómo se está dando la dedicación exclusiva, si se requiere y a quiénes.
A inicios de este año, usted dijo que urgía “adelgazar” la planilla del nivel central y hasta se inició una movilidad laboral, pero solo se acogieron poco más de 100 personas. ¿Cómo se resolverá eso?
La movilidad laboral no era todo el planteamiento para adelgazar el nivel central, sino una de las partes. Ahora estamos en el análisis de una reestructuración del nivel central y regional. Ya tenemos listo el análisis de todos los puestos y ahora se están haciendo los nuevos perfiles, para después ponerle nombre y apellido a cada uno.
Este año intervinieron los hospitales de Cartago y Nicoya, y se mantiene el de Radioterapia. ¿Es ese método el único remedio a las fallas en la gestión?
Las intervenciones no son bonitas. Cuando tomamos la decisión de intervenir, es porque es la única alternativa. Estábamos muy preocupados por el Hospital de Limón, la Gerencia Médica y la Regional decidieron ir con un equipo para que revisara compras, mantenimiento... por donde vamos creo que podemos mejorar la gestión. Luego de eso vamos a analizar Pérez Zeledón, no necesariamente con intervención, sino con un reforzamiento de las habilidades.
”Yo no lo considero un fracaso (la movilidad), lo que pasa es que la gente no se quiere ir de la Caja porque es un buen patrono.”
Parece que el próximo año habría un referendo que plantea una variación en la conformación de los altos puestos de la Caja. ¿Se involucrarán la entidad directa o indirectamente en este tema?
A mí, el tema del referendo me preocupa muchísimo. Sería importante divulgar a la población qué es lo que están pretendiendo (la asociación que lo impulsa), porque el cambiar la conformación de la Junta Directiva o el que quiten la figura de la Presidencia Ejecutiva, eso a mí no me preocupa, pero el cómo se haga sí y las implicaciones que tendría para la institución. Creo que en el 2013 la Caja tendrá que asumir ese tema.
¿Qué no hizo este año que deberá hacer en el 2013?
Me hubiera gustado resolver lo de los pluses salariales, pero este año fue difícil poder concertar acuerdos. También me hubiera gustado avanzar más con el expediente digital, porque se nos facilitaría más el mejorar y controlar la gestión.