Golpes fueron el cierre de la fiesta de los trabajadores

Doce ‘anarquistas’ fueron detenidos por agredir a seis oficiales de la Fuerza Pública

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La serenata de consignas que llevaron los trabajadores a los diputados, en Cuesta de Moras, presagiaba el ritmo de una fiesta pacífica para exigir el cumplimiento de derechos laborales y celebrar el Día Internacional del Trabajo.

Sin embargo, un pequeño grupo, con camisetas y pañuelos negros, cubrió su rostro y cambió la música por piedras y golpes.

Las agrupaciones sociales que caminaron sobre la avenida segunda, en San José, no llegaron unidas a las afueras de la Asamblea Legislativa, factor que abrió un portillo para que estos jóvenes provocaran un zafarrancho.

Según la Fuerza Pública, esta organización está conformada por gente que tiene más de diez años de gritar ofensas contra el Gobierno en las calles y reaccionar de forma agresiva.

Los autodenominados “anarquistas” empezaron su acto con la quema de un afiche del presidente Barack Obama y de una bandera de Estados Unidos, al mismo tiempo que agitaban las vallas de seguridad y las golpeaban con patadas y palos.

“Nosotros les pagamos sus salarios y nos vamos a manifestar igual contra Obama”, amenazaba el grupo a los oficiales que resguardaban el perímetro del Congreso.

Un destacamento de antimotines llegó después de varias provocaciones, en las que los “anarquistas” lanzaron piedras, botellas de vidrio y palos a las mujeres policías que estaban detrás de las vallas.

La situación quedó controlada cuando las autoridades detuvieron a doce miembros de este grupo que golpearon a seis efectivos de la Fuerza Pública, dos de los cuales fueron trasladados a hospitales.

Cuatro de los detenidos fueron puestos a la orden del Ministerio Público y anoche esperaban audiencia en los tribunales de flagrancia, en Goicoechea.

Celso Gamboa, viceministro de Seguridad, mostró a la prensa las bombas molotov, drogas y otros objetos decomisados a los doce manifestantes detenidos. Entre estos hay dos extranjeros, que tienen residencia en el país y han participado en hechos violentos, en otras protestas, informó Gamboa.

“Con nuestro plan operativo, vamos a garantizar la integridad de los mandatarios que visitarán el país durante este fin de semana”, aseguró el viceministro Gamboa.

Antesala del desorden. En una mañana soleada, las calles reunieron a familias y sindicatos que protestaban de manera pacífica.

La oposición a la privatización, a las concesiones y a la visita del presidente Obama, la exigencia de vivienda digna, mejores salarios y equidad, así como el descontento contra la corrupción en instituciones públicas, fueron los temas principales de pancartas y canciones.

Indígenas e inmigrantes se quejaron de la falta de políticas públicas para garantizarles el respeto a sus derechos laborales como el pago del salario mínimo, seguro social y horas extras.

“A las empleadas domésticas nos vulneran los derechos, aprovechándose de que muchas no tienen los papeles al día. Por eso, hoy salimos a las calles”, expresó Quexabel Cárdenas, líder de un grupo de inmigrantes nicaraguenses.

“No queremos que nos traten como pobrecitos: las personas con discapacidad tenemos los mismos derechos”, dijo Gabino Castillo, quien formó parte del grupo de personas con discapacidad.

En el recorrido, la poetisa Julieta Dobles, el historiador Vladimir de la Cruz y el exdiputado Humberto Vargas, entre otros, apoyaron las consignas de los trabajadores.

Al margen del escenario de violencia, los manifestantes expresaron su descontento.