Fieles celebran el Miércoles de Ceniza llenos de fe

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Son las 6 a. m. y los primeros rayos de sol apenas se asoman en la estación del tren en Heredia, pero para muchas personas su jornada de miércoles ya arrancó.

En medio de la muchedumbre, que apura el paso para tomar el tren que le dejará en la estación del Atlántico a las 6:30 a. m. o las 7 a. m., se encuentra un sacerdote de la Iglesia Episcopal Costarricense, Jorge Urrutia, quien pone la cruz de ceniza a los creyentes que lo desean.

Los episcopales son una rama del cristianismo diferente a la católica. Se rigen por tres criterios: la razón, la Sagrada escritura y la tradición de su iglesia. Se diferencian de los católicos, entre otras cosas, en que los curas pueden estar casados y también en que hay mujeres que ejercen el sacerdocio.

Mientras ellos compartían la fe con los fieles que viajaban en tren, en la Catedral Metropolitana y en decenas de iglesias católicas del país, celebraron misas desde temprano como parte del Miércoles de Ceniza, actividad que marca el inicio de la Cuaresma.

La fe y la esperanza acompañan a los cristianos que llevan la cruz en su frente.

"Es una gran idea imponer la ceniza en la estación del tren, así se atraen los feligreses", expresó Juanita Téllez, vecina de Guararí de Heredia que asiste regularmente a misa católica.

Su opinión se replica en voz de Javier Rojas, Sandra Zamora, Carlos Sánchez, Róger Aguilar y otros creyentes, quienes se acercaron a Urrutia para que les impusieran la ceniza convencidos de que acciones de este tipo aumentan el fervor entre la población.

En medio de la fila también está María Gabriela Porras, vecina de Heredia centro, y quien, a diferencia de otras personas, valoró un poco más si podía ponerse la cruz.

"Tenía tres años de no ponerme la cruz, me pareció raro que lo estuvieran haciendo fuera de la iglesia, pero llamé a mi mamá, le conté y al final me acerqué a la imposición", explicó Porras.

Por cada cruz, el sacerdote pronunció la frase "conviértete y cree en el evangelio".

El cura Urritia dijo que este año se trasladaron a la Ciudad de las Flores luego de hacer la actividad en San José en los últimos dos Miércoles de Ceniza.

"Para nosotros es importante poder ofrecer a las personas, que por sus ocupaciones no pueden asistir a las eucaristías, la cruz de ceniza", afirmó el presbítero episcopal.

Devoción

"Somos polvo y al polvo hemos de volver". Con esa frase inicia un periodo de 40 días de preparación hacia la Semana Santa, caracterizados por el arrepentimiento, los propósitos de enmienda, el ayuno y la caridad.

La Arquidiócesis de San José también envió un mensaje de apertura del corazón para la Cuaresma.

En la Catedral Metropolitana hubo celebraciones eucarísticas a las 6:30 a. m. y 8 a. m. A las 11 a. m. el arzobispo José Rafael Quirós celebraró la misa y para la tarde están programadas dos más, una las 5 p. m. y otra a las 6:30 p. m.

Quirós manifestó su preocupación ante el incremento en homicidios y accidentes de tránsito. Además, calificó de "repudiables" los últimos hechos de violación a menores de edad que se han presentado en el país.

"Hay que respetar la vida humana y la dignidad de toda persona (...). En la actualidad se han presentado algunos cambios y algunos no son positivos, todo va muy rápido, muy acelerado, pero el cambio que necesitamos se da al mirar el corazón, la conversión es un don de Dios, un cambio renovando la acción de Dios en nuestra vida", explicó Quirós.

La madrugada fue la opción para muchos vecinos de Cartago, quienes asistieron a las 6 a. m. a la basílica de la Virgen de Los Ángeles.

Según la tradición cristiana, la ceniza es símbolo de humildad, por eso a los feligreses se les impone una cruz de ceniza en la frente durante la eucaristía.

La celebración de la Cuaresma data del año 384 después de Cristo.