Gaseras venden 70% de sus cilindros con menos carburante del cobrado

Aresep determinó que cilindros presentaron un déficit promedio de 1,45 kilogramos por cilindro de 25 libras; faltante equivale a $2 millones anuales

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Las empresas distribuidoras de gas de cocina (LPG) venden cilindros con menos combustible del cobrado a los usuarios, según determinó la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).

Estos fueron los resultados que arrojaron las inspecciones realizadas en 290 pulperías y supermercados este año, durante las cuales se revisaron 215.000 cilindros. A estas visitas, se suman 223 más a las propias envasadoras.

Producto de esta labor es que el regulador general de los servicios públicos, Roberto Jiménez Gómez, se atrevió a manifestar que “el problema más evidente” en la distribución de gas es, en este momento, que se vende menos cantidad de producto de lo que señalan los cilindros.

Según Jiménez, la entidad concluyó que el faltante de gas en cada cilindro se detectó en todas las empresas. No obstante, dos de estas firmas son reincidentes en el problema.

Las verificaciones de Aresep, hallaron que 70% de envases presentaron un déficit promedio de 1,45 kilogramos por cilindro de 25 libras; el que comúnmente se usa en las casas.

Cálculos de la Aresep indican que ese gas faltante equivale a $2 millones anuales.

Luego de este hallazgo, la Aresep abrió procedimientos para imponer eventuales sanciones al tiempo que se establecieron requisitos mandatorios a las empresas.

Marco Cordero, intendente de Energía, explicó que gran parte de este problema ocurre porque el llenado de cilindros no es automático sino manual.

La distribución de gas en Costa Rica se lo reparten las empresas Gas Nacional Zeta (tiene 49% del mercado), Tomza-SuperGas (29%), BlueFlame (13%). Otro 9% lo atienden varios distribuidores, precisan datos de la Intendencia de Energía de la Aresep.

“Hablamos de montos importantes. Descubrimos que una familia que compra un cilindro de gas, el cual debería rendirles un mes, en realidad solo le rinde tres semanas”, afirmó el regulador.

Para él, es “preocupante” esta situación debido a que el gas de cocina se utiliza en 750.000 hogares y comercios al cierre del 2019. A marzo del 2017, eran solo 651.000 hogares.

La diferencia de 99.000 hogares equivale a un crecimiento de 15% en casi tres años. Ese incremento se debe a que el gas LPG es más barato para cocinar que la electricidad.

El regulador explicó que en los últimos tres años, la tasa de crecimiento de usuarios de gas aumentó un promedio de 4% mientras que en electricidad, creció menos de un punto porcentual.

Advertencia

El funcionario insistió en que la entrega de menos gas por cilindro es “en verdad desafortunado porque se mete con los bolsillos de las familias con más necesidad que ahorran con este combustible al cocinar”, insistió.

El regulador declinó identificar las empresas más problemáticas, pero aclaró que en el 2020 se tomarán decisiones más fuertes si persiste la falta, sin descartar el retiro de la concesión para brindar el servicio.

“Estos hallazgos se los hemos mostrado. No queremos maltratar o dañar a ninguna empresa, pero sí hemos pedido planes de mejora y ellos han tratado de impulsarlas, pero vamos a tener que presionar más”, adelantó.

Por ejemplo, aseguró que la Intendencia de Energía de la Aresep ya rechazó dos veces supuestos planes de mejora al incumplir requerimientos técnicos para asegurar que el volumen de gas vendido sea el correcto.

En ese mismo sentido, el Intendente adelantó que corregir el problema será el trabajo y la atención en las revisiones en el 2020 pero, hizo una advertencia. Como parte del plan de acción de cada empresas, gran parte de sus futuras inversiones deberían venir con soluciones que ataquen este problema de forma clara y directa.

Si en futuras solicitudes de ajuste tarifario no vienen estas inversiones incluidas, el estudio tarifario será rechazado en la etapa de admisibilidad.

En el país, 38% de todo el gas distribuido se utiliza en producción industrial, 38% residencial, 14% comercial (restaurantes y sodas) y 10% en vehículos.

Rechazo de gasera

Felipe Mejía Iturbe, vocero de Gas Nacional Zeta, que opera con la marca Zeta Gas, rechazó los señalamientos de la Aresep. La firma es la envasadora más grande del país.

Según él, su empresa cuenta con un llenado automático de cilindros a diferencia de otras compañías y, además, aseguró que Aresep genera distorsión por la manera en la que hacen la medición.

Considera que hay una “insistencia” de la Autoridad Regualidad en usar como unidad de referencia kilogramos cuando, según Mejía, ellos venden litros de gas.

El vocero de la empresa aseguró que el gas es líquido puede tener variaciones por razones de distinto tipo que pueden afectar su peso. Para él, allí radica la distorsión ya que nunca se va a encontrar un peso exacto y único en los cilindros.

“Todo esto que hace Aresep cree confusión al usuario final porque se sugiere que se le está siendo defraudado. Estamos cansados de quejarnos por la forma en que nos están evaluando”, insistió.

Consultado sobre posibles sanciones o incluso un proceso para retirarles la concesión en casa de reincidir, el empresario comentó que la ley les otorga varias vías de defensa.

Mejía agregó que, de todos modos, el negocio del gas está altamente regulado al punto que su empresa recibe de dos a tres inspecciones al mes de distintas entidades.

“Cumplimos con todo lo establecido y hace años tenemos con medidores de masa con los cuales se retira el posible error humano durante el llenado de cilindros. Volvemos a lo mismo, insisten en querer medir peso cuando acá lo que se vende es litros”, concluyó.