Los diputados Marcela Guerrero y Franklin Corella, del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), cuestionaron la decisión del Poder Ejecutivo de quitar al viceministro de Transportes, Sebastián Urbina, de la negociación para sectorizar el transporte público y aplicar el cobro electrónico en buses.
“El señor Urbina ha mantenido un liderazgo en todo el proceso de sectorización. Esto es un primer paso en un proceso que está pidiendo a gritos la gente. Es una promesa de campaña y es un proceso que está muy avanzado”, dijo Guerrero.
La mañana de este lunes, el presidente Luis Guillermo Solís le informó al viceministro Urbina que debía apartarse de la negociación de cobro electrónico en los autobuses, así como del plan de sectorización de rutas en el cantón de Desamparados.
Esa decisión le valió las críticas de Guerrero y Corella, quienes han seguido de cerca el proceso liderado por Urbina.
El viceministro además ha insistido en la aplicación del cobro electrónico con el fin de ordenar el flujo de dinero y los impuestos que pagan las autobuseras. Esa posición molestó a los empresarios transportistas, por lo que Solís sacó a Urbina de las conversaciones.
El diputado Corella manifestó que respeta la decisión del mandatario, pero espera que no se vuelva una costumbre que venga a desacreditar a los voceros que la propia Casa Presidencial designa para la negociación de los asuntos de Gobierno.
“Respeto la decisión del señor Presidente (de separar a Urbina), pero esperemos que esta no sea la práctica en los procesos de negociación, ya que genera una posición complicada que afecta la autoridad del Gobierno a la hora de escoger a sus negociadores”, opinó el legislador.
Contradictorio. Para la congresista Guerrero, el mensaje del Ejecutivo resulta contradictorio, pues una semana después de reunirse con los transportistas, Casa Presidencial emitió un comunicado en el que aplaudía la gestión de Urbina.
“Me parece un sinsentido, ante la afirmación que hizo la Presidencia de la República en un comunicado del 15 de junio, (ahora) señala todo lo contrario”, dijo Guerrero en referencia a la nota de Presidencia en la que destacaba el accionar del viceministro.
De forma paradójica, los diputados Rolando González y Ronny Monge, junto a Gerardo Vargas, de los opositores Partido Liberación Nacional (PLN) y Frente Amplio, respectivamente, defendieron la posición sostenida en Zapote y acuerparon al gremio de transportistas.
Para el verdiblanco González, la decisión de Solís no debilita su posición, por el contrario, considera que fue un acierto de Casa Presidencial el evitar “un incendio” en el tema.
Su compañero de bancada, Ronny Monge cuestionó más bien a Urbina, por señalar que Solís cedía a las presiones de parte del gremio de autobuseros.
En tanto que para el legislador frenteamplista, Gerardo Vargas, la posición de Solís es positiva si fue tomada para quitar a Urbina y con eso mejorar el diálogo.
Reunión clave. La decisión presidencial llega dos semanas después de su cita con voceros de la Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans).
En dicha reunión, celebrada el 7 de junio, Solís escuchó las quejas de los representantes de las autobuseras, quienes dejaron en evidencia su molestia por la insistencia de Urbina de ordenar el servicio de transporte público en Desamparados.
Ese plan responde a una iniciativa con 17 años de antigüedad que no se ha puesto en marcha por ningún gobierno y que no es respaldada ni por transportistas ni por la municipalidad local.