La promoción del acumulado que se juega durante cada sorteo de lotería y chances, alcanzó esta semana una de las cifras más altas, luego de que el pasado martes la bolita con la palabra “acumulado” no salió. De esta forma, los ¢865 millones que se sorteaban quedaron en la “bolsa”, a la que se sumaron ¢20 millones.
¿Cuál es la dinámica del acumulado?
La promoción del acumulado consiste en un juego adicional que se realiza luego de cada sorteo de lotería y chances.
Así, una vez que se conocen los números ganadores de ese martes y viernes, en los chances, y los domingos, para la lotería, se sacan de otras tres tómbolas diferentes bolitas de número, serie y premio. Los jugadores participan con los mismos pedacitos y billetes que se compran para la lotería o los chances.
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En la tómbola con las bolitas de premios, hay una que tiene la palabra acumulado y 49 con premios adicionales que se reparten en cada sorteo.
Esos premios van desde los ¢2 millones hasta los ¢15 millones y se reparten entre todas las fracciones con número y serie que hayan sido elegidos en este juego.
De esa misma forma se reparte el acumulado, así por ejemplo si este martes saliera de la tómbola ese premio, cada fracción de chances pagaría ¢68,5 millones, puesto que este sorteo se juega en dos emisiones con cinco pedacitos cada una.
Cada sorteo suma
La bolsa del acumulado se inicia con ¢100 millones. A estos se le suman ¢20 millones en cada sorteo en el que no salga la esfera con la palabra acumulado.
Si luego de 11 sorteos la bolita de acumulado aún no ha salido, se incluye una segunda bolita con esa leyenda, aumentando las posibilidades de que salga el premio.
Además, transcurridas esas 11 fechas, el aumento por cada sorteo que pase sin que se rife el acumulado es de ¢30 millones.
En caso de que la serie favorecida con el acumulado no se haya vendido, tal como ocurrió el domingo anterior, el monto acumulado hasta ese momento se mantiene y suma los ¢100 millones con los que tradicionalmente inicia. Eso sí, la totalidad de las bolitas vuelven a incorporarse a la tómbola de premios.