Choferes derriban un poste de luz a diario

Cables a baja altura y falta de educación vial son factores que propician la situación

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En los nueve meses de este año, 201 postes de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) fueron derribados por vehículos, que, además, arrastraron cables del tendido eléctrico.

Eso significa que los conductores tumbaron, al menos, un poste de luz a diario, lo que genera apagones en semáforos y viviendas.

El fenómeno ocurre, principalmente, en la Gran Área Metropolitana (GAM) donde hay mayor afluencia de vehículos.

El director de Distribución de la CNFL, Fructuoso Garrido, dijo que ese tipo de accidentes obligan a que la Compañía deje de atender otros proyectos, por el traslado que implica movilizar a las cuadrillas a rehabilitar cada estructura.

El costo de la reparación de cada poste varía según el daño y los materiales por utilizar.

“El impacto económico de reparar los postes es muy relativo, porque cada uno tiene sus propias características. El material de concreto puede andar por un millón de colones, los herrajes otro tanto, y a eso hay que sumar el costo de la cuadrilla”, agregó Garrido.

El tiempo promedio de reparación de cada una de las estructuras es de ocho horas.

Entre el lunes y el martes de esta semana, la CNFL suma cuatro accidentes que afectaron postes en Alajuelita, Guadalupe y Tibás.

“Por un lado, hace falta cultura y educación vial. Aquí la gente maneja como quiere y de ahí vienen muchos de estos casos. Por otro lado, de los casos que llevamos este año, unos 17 han sido por cables bajos”, manifestó Garrido.

Cables bajos. La escena en la que un camión golpea los cables de los proveedores (Tigo, Cabletica, Telecable, Cablevisión) y deja el poste en el suelo preocupa a la CNFL.

Por eso, la Compañía pide a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) girar una directriz para que las compañías privadas compartan los cables.

“La Sutel es el ente regulador y para evitar tanto cable bajo podría emitir una directriz en donde les diga a las cableras la necesidad de que compartan los cables”, dijo Fructuoso Garrido.

Las empresas proveedoras del servicio afirman que es responsabilidad de la CNFL.

El contrato establece que la altura sea de cuatro metros y medio con respecto a la acera, y de cinco metros y medio en relación con el asfalto.

“La Compañía es la que debe corroborar que los cables están a la altura que debe ser. Los cambios de vías y el cierre de la ruta de Circunvalación han afectado esta situación”, explicó Rónald Palma, jefe de Proyectos de Cabletica.

El gerente de Asuntos Corporativos de Tigo, Norman Chaves, coincidió en que el cambio de rutas en San José también agrava la situación de los postes.

“Afecta tanto a la CNFL, como a nosotros como empresas prestadoras del servicio. Hay un contrato de por medio y nosotros lo respetamos”, agregó Chaves.

Este martes, un vehículo colisionó con otro poste y dejó a gran parte de Guadalupe de Goicoechea sin fluido eléctrico. El apagón también afectó el tránsito de vehículos, debido a que varios de los semáforos de la localidad quedaron fuera de servicio.

Hace dos semanas, un tráiler derribó cinco postes más en calle Morenos, Mata Redonda, que le costó a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz ¢21 millones.