Choferes de bus copian cédulas de ancianos para dejarse pasaje

Autoridades y empresarios admiten irregularidad con el uso de documentos

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La exención de pago que disfrutan miles de adultos mayores en el servicio de buses es aprovechada por algunos choferes para dejarse dinero de los pasajes que recaudan a diario.

El timo funciona así: los conductores sustraen cédulas de los ancianos, les sacan copias o las consiguen por medio de terceros. Luego, esperan a que suba al autobús una persona que sí paga su pasaje y, posteriormente, introducen en los dispositivos de control las cédulas irregulares para hacerle creer al sistema que quien subió es un pasajero mayor a 65 años.

De esta forma logran dejarse varios miles de colones al día, según lo reconocen autobuseros, el Consejo de Transporte Público (CTP) y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam).

“Han visto (un grupo de choferes) en el uso de las cédulas de identidad un negocio ilegítimo paralelo para llevar mas dinero a sus arcas personales.

”Claro que el Conapam es conocedor de este vulgar e ilegítimo negocio”, expresó Zulema Villalta, presidenta de Conapam.

Carlos López, presidente de la Cámara Nacional de Transportistas, dijo que no existen datos sobre la cantidad de empleados que tienen esta conducta, ni del monto que sustraen, pero aseguró que es una práctica conocida.

López, quien dirige la empresa Tracasa, administradora de rutas en Siquirres y Limón, admitió haber despedido a dos empleados por esta situación.

“Hay que tomar en cuenta que uno no puede despedir a una persona de un día para otro y menos sin pruebas, es un tema delicado”, concluyó el empresario.

Maritza Hernández, dueña de la empresa Metrocoop, encargada de varias rutas en el sur de San José, afirmó que se han visto obligados a instalar cámaras de video para atacar el problema.

“Hemos tenido casos ¿Qué hemos hecho? hemos hablado con ellos, Metrocoop tiene las máquinas de control de cédulas y entre las máquinas y las cámaras nos la hemos ido jugando. Las máquinas que tenemos no son tan completas, porque una fotocopia de papel puede ser leída en ese dispositivo”, comentó Hernández.

En la actualidad, los dispositivos instalados en los buses para contabilizar adultos mayores que usan el transporte público son incapaces de detectar si las cédulas son falsas o pertenecen a personas fallecidas.

Entre junio y noviembre del presente año, el servicio de emergencias 9-1-1 recibió 53 reportes de maltrato a ancianos en buses. Sin embargo, esa entidad no específica el tipo de ofensa.

Nuevas reglas. Con la finalidad de eliminar estas anomalías, el CTP publicó, en setiembre, un reglamento para el registro de adultos mayores que utilizan autobús.

La normativa entrará a regir a partir de marzo, según detalló Susanna López, subdirectora de Asuntos Jurídicos del Consejo.

La directriz ordena que los autobuseros deberán instalar aparatos capaces de identificar documentos falsos, de fallecidos, leer cédulas nuevas y de residencia.

Además, los sistemas deberán poseer cámaras de video internas y externas y almacenar información para precisar el número de adultos mayores que abordan las unidades.