CCSS destinará ¢25.000 millones para ‘rescatar’ su infraestructura

Dinero será para cambio de techos y equipos, y para pintar edificaciones

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Antes de que acabe este año, el Hospital de Grecia estrenará una buena cantidad de equipos de baja complejidad, se remodelará la lavandería del Hospital de Ciudad Neily, diversas clínicas rurales podrán comprar sistemas de aire acondicionado y a ocho comunidades les llegarán nuevos Ebais.

Eso es solo parte de la lista de proyectos “urgentes” que desarrollará este año la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el propósito de paliar el rezago en mantenimiento que padece la infraestructura hospitalaria del país.

Lo anterior será posible tras el anuncio, realizado ayer, de la creación de un fondo de ¢25.000 millones que será exclusivo para atender “proyectos maduros” que le cambien la cara a los centros de salud.

Gustavo Picado, gerente financiero, señaló que también está programado cambiar el techado de varios hospitales y modernizar algunas flotillas de vehículos institucionales, en especial en las regiones fuera del áea metropolitana.

De los proyectos que ya se analizan, algunos son “pequeños” –de rápida ejecución– y costarían entre ¢20 y ¢30 millones; otros planes más ambiciosos están en el rango de entre ¢200 y ¢300 millones.

De acuerdo con un informe especial publicado por este diario a finales de diciembre pasado, el 73% de toda la infraestructura en salud de la Caja se encuentra en estado “regular” o “malo”.

Datos de la Gerencia de Infraestructura indican que, para poner a punto los 1,1 millones de metros cuadrados que tiene la entidad, hace falta una inversión de $1.500 millones (¢750.000 millones).

Dos meses atrás, la máxima funcionaria de esa división, Gabriela Murillo, reconoció que, por muchos años, los presupuestos de mantenimiento no se respetaron y se utilizaron en el pago de horas extras. Esa práctica fue prohibida por la Junta Directiva el año pasado.

Recursos. Los ¢25.000 millones del fondo salieron del superávit de ¢51.000 millones con el que, según Picado, logró cerrar la Caja el año 2012.

El dinero para infraestructura se utilizará en un plazo no mayor a dos años, con una ejecución anual de la mitad de los recursos (¢12.500 millones).

Picado explicó que fue la Contraloría General de la República la que los “autorizó usar el superávit en obras de inversión”.

La manera de repartir el dinero será la siguiente: las unidades (clínicas y hospitales) deberán presentar los proyectos a la Gerencia de Infraestructura para su aprobación y programación.

Una vez que se tenga el visto bueno, la Gerencia Financiera gestionará ante la Contraloría un presupuesto extraordinario para la unidad correspondiente.

Las primeras modificaciones presupuestarias que significarán el banderazo de salida para el uso del fondo se harán en marzo, por un monto total de ¢5.000 millones.

Ileana Balmaceda, presidenta ejecutiva de la Caja, sostuvo que los ¢25.000 millones son el primer paso “para rescatar la infraestructura hospitalaria”.

Sobre el superávit del 2012, Picado recalcó que este “no es ficticio, sino real; es dinero que está en las cuentas bancarias de la Caja y que se utilizará”.