Se mueven al ritmo de la consigna “¡ni un paso atrás!” y ahí van sobre el asfalto, con las banderas y la tumbacocos que protestan contra la administración Chinchilla Miranda. Mientras, las trompetas ponen a bailar a todos con mascaradas de los hermanos Arias.
Así se discute el ordenamiento del empleo público, en San José, después de que las sillas de los sindicatos quedaron vacías en la cita de negociación con el Ministerio de Trabajo, en marzo de este año.
En la calles levantan la voz y las pancartas para criticar las decisiones del Gobierno y las desigualdades salariales, sin que se noten cambios para nadie.
La revisión de los altos salarios del sector público, las cesantías y las evaluaciones de desempeño que otorgan las anualidades, siguen siendo temas en boca, pero sin acciones concretas.
“Yo tenía la utopía de que podíamos conversar. Lamento que la realidad me hizo encontrar la respuesta inversa a lo que yo pensaba. Ojalá que en algún momento, sindicatos y Gobierno podamos sentarnos a negociar, será difícil en uno año electoral”, expresó el ministro de Trabajo, Olman Segura.
La mesa del diálogo sindical está en la calle. Es ahí donde volverán a reunirse el próximo 1.° de mayo en la marcha que caminará hasta las afueras de la Asamblea Legislativa, en cuesta de Moras.
“Las personas que están gobernando no tienen la capacidad de ver lo que está pasando en el país; por eso salimos a las calles y con tanta lucha que hemos dado, nos hemos unido aún más”, manifestó Xiomara Rojas, líder del Sindicato Independiente de Trabajadores Estatales Costarricenses (Siteco).
En diciembre del año pasado, Rojas fue quien confrontó públicamente a la presidenta Chinchilla por el ‘bajo’ aumento salarial para los policías.
“Yo confié en usted doña Laura, pero no en usted don Mario (ministro de Seguridad); usted me mintió, me engañó. En la casa se discuten los trapos sucios. Con el cariño que te tengo, Laura, hay que revisar lo que tenés a la par”, expresó en ese entonces la líder Rojas.
Falta de unidad. Cada uno de los dirigentes sindicales son profetas en su tierra, defienden los intereses de sus afiliados según su sector y no creen que haya una figura que agrupe o convoque a todo el gremio social.
“La falta de unidad siempre ha existido. El Gobierno ha creado esa desunión entre los sindicatos, ellos buscan hacernos más débiles para proyectarnos como bloques aparte”, aseguró Gilberto Cascante, presidente de la Asociación de Nacional de Educadores (ANDE).
Para la próxima manifestación, los líderes sindicales sueñan con una manifestación masiva, en donde “miles de personas demuestren su descontento con la desigualdad salarial, que está amenazando a la clase trabajadora”, indicó Albino Vargas, representante de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).
Para ellos, este 1.° de mayo se proyecta como un día en el que los trabajadores llegarán a las calles a pedir justicia social, en temas como la salud, la educación y los salarios.