Con el inicio del año nuevo los apasionados por la astronomía ya buscan conocer las novedades y los acontecimientos importantes que sucederán en el espacio y que se podrán percibir desde la Tierra. De hecho, en La Nación nos hemos encargado de informar sobre algunos de ellos, como la cuadrántidas de los próximos días o el eclipse que ocurrirá en octubre.
No obstante, también es importante conocer cómo se verán las distintas fases de la Luna. De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), lo primero es recordar que en nuestro sistema solar el único objeto que brilla con luz propia es el Sol, que ilumina la mitad de la Tierra y se refleja en la Luna.
“Al igual que la Tierra, la Luna tiene un lado diurno y otro nocturno, que cambian a medida que la Luna gira. El Sol siempre ilumina la mitad de la Luna mientras que la otra mitad permanece oscura, pero cuánto podemos ver de esa mitad iluminada cambia a medida que la Luna viaja a través de su órbita”, explicó la NASA en su sitio web.
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Contrario a la creencia popular, la Luna no tiene solo cuatro fases, sino que pasa través de un ciclo de ocho fases que aparecen cada 29,5 días.
La autoridad espacial detalló las características de cada una de las etapas y a continuación se las explicamos:
Luna nueva: Es la fase invisible de la Luna, con el lado iluminado de la Luna frente al Sol y el lado nocturno frente a la Tierra. En esta fase, la Luna está en la misma parte del cielo que el Sol, por lo que sale y se pone con el Sol.
El lado iluminado no solo está de espaldas a la Tierra, sino que también está encendido durante el día. En esta fase, la Luna no suele pasar directamente entre la Tierra y el Sol, debido a la inclinación de la órbita de la Luna. Solo pasa cerca del Sol desde la perspectiva en la Tierra.
Luna creciente: Este “cachito” plateado ocurre cuando la mitad iluminada de la Luna mira en su mayor parte hacia el lado opuesto de la Tierra, dejando solo una pequeña porción visible para los humanos. Crece diariamente a medida que la órbita de la Luna lleva su lado diurno más lejos a la vista. Todos los días, en esta fase, la Luna sale un poco más tarde.
Cuarto creciente: En esta fase la Luna está a una cuarta parte de su viaje mensual y se puede observar la mitad de su lado iluminado. La gente puede llamar a esto “media luna”, pero eso no es realmente lo que se está presenciando.
En realidad es solo una porción de toda la Luna; es decir, la mitad de la mitad iluminada. La Luna en cuarto creciente sale alrededor del mediodía y se pone cerca de la medianoche.
Luna menguante: En esta etapa la mayor parte del lado diurno de la Luna se hace visible y la Luna aparece más brillante en el cielo.
Luna llena: En realidad, técnicamente, esta etapa sería la “media luna”, pues es lo más cerca que los observadores estarán de ver la iluminación del Sol en el lado diurno de la Luna. Para esta fase el satélite natural se ubica opuesto al Sol, visto desde la Tierra, por lo que sale en el atardecer y se oculta al amanecer.
Gibosa menguante: En esta fase la Luna comienza su viaje de regreso al Sol, por lo que el lado iluminado parece encogerse; sin embargo, lo que en realidad ocurre es que la órbita de la Luna lo oculta de la perspectiva del terrestre. Esos días la Luna sale cada vez más tarde.
Cuarto menguante: Para esta etapa, la luna parece estar medio iluminada desde la perspectiva de la Tierra, pero en realidad se observa la mitad de la mitad de la Luna que está siendo iluminada por el Sol, o un cuarto. En esta fase la luna sale cerca de la medianoche y se oculta al mediodía.
Creciente menguante: Para esta fase la Luna está casi de regreso al punto de su órbita donde su lado diurno mira directamente al Sol y todo lo que se ve desde la perspectiva de la Tierra es una delgada.
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