Vecinos del Caribe norte rotulan sus ríos para evitar muerte de manatíes por botes

Fundación y comunidad identifican sitios de tránsito de embarcaciones donde confluyen manatíes

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¡Baje la velocidad! Ese es el llamado que vecinos de Barra del Colorado y un programa de conservación hacen a los boteros con rotulación instalada en sectores de los ríos de la zona por donde transitan embarcaciones pero también manatíes.

Estos voluminosos mamíferos marinos de lomos planos y grises suelen morir si son impactados por lanchas o botes con motores fuera de borda.

La iniciativa liderada por Seacow Conservation de la Fundación CR Wildlife (CRWF) consistió en colocar alertas visuales para los boteros en puntos clave del Refugio Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado.

Los manatíes (Trichechus manatus) viven en todo el Caribe desplazándose por ríos de agua dulce, bosques de manglares y lechos de pastos marinos de agua salada para encontrar alimento y refugio. Estas criaturas herbívoras son conocidas como vacas marinas porque se mueven a lo largo del lecho marino y se alimentan de pastos allí.

De hecho, su pastoreo ayuda a mantener el equilibrio en los ecosistemas marinos y de agua dulce, pues les encanta vivir entre los árboles de manglares, cuyas raíces les dan pequeños pasajes abiertos sobre el agua que les sirven de refugio seguro bajo la superficie para descansar, cuidar a sus crías y alimentarse.

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El problema principal de estos gentiles gigantes acuáticos son los humanos y sus botes motorizados.

Tres años de estudios, junto con el conocimiento de la propia comunidad, permitieron identificar puntos de alimentación, paso de embarcaciones y amenazas para las poblaciones locales de manatíes, precisó la investigadora Sofia Pastor Parajeles, de CRWF, y el doctor Héctor Guzmán, del Instituto Smithsonian, quienes lideraron los estudios.

Los resultados preliminares de la investigación se expusieron a miembros de la comunidad y, en conjunto, se procedió con la colocación de cuatro rótulos preventivos en las lagunas y ríos de mayor uso por esa especie, los cuales, además, son las principales rutas de tránsito de botes.

Se espera que con esta acción se visibilice la presencia del manatí en el refugio y que los boteros reduzcan su velocidad para prevenir colisiones, añadió Pastor Parajeles.

Orgullo comunitario

“Ver un manatí es algo impresionante, no se puede explicar con palabras, solo sé que siento mucha felicidad cada vez que los veo” expresó Manuel Antonio Hernández Robles, vecino de Barra del Colorado.

“Es un privilegio y me enorgullece decir que en Barra del Colorado hay manatíes, y ahora con este conocimiento hay que protegerlo aún más porque es una atracción que puede hacer crecer el pueblo”, expresó por su parte Lucy Abraham Aguilar.

Sofia Pastor Parajeles de CRWF explicó que el manatí es un símbolo nacional de la fauna marina, pero la información disponible de sus poblaciones locales es escasa para propiciar mejores decisiones de cuido.

Por más de 30 años se ha tratado de estimar sus poblaciones pero sin mucha precisión, debido a las condiciones naturales y desafiantes de los humedales costarricenses. A inicios del 2020, esta bióloga costarricense y 10 miembros de la comunidad de Barra del Colorado empezaron el programa Seacow Conservation dirigido a su preservación.