Las nacientes de agua del cantón de Aserrí, en San José, han perdido gran parte de su caudal producto del intenso verano y las pocas lluvias que han caído en los últimos meses.
En un recorrido de La Nación por comunidades como barrio El Carmen, María Auxiliadora, Santa Cecilia y El Socorro, los vecinos expresaron su malestar ante la falta de información y los recurrentes racionamientos de agua, que obligan recolectar el líquido en ollas y estañones.
“A todo ese problema de los recortes, hay que decir que también el agua viene sucia. Entonces, hay que ponerla a hervir y eso también dispara la factura del recibo eléctrico”, manifestó Olga Castillo, vecina del barrio El Carmen.
El descontento también toca las puertas del municipio, según confirmó Olman Valverde, director de la Oficina de Gestión Ambiental del Ayuntamiento.
Valverde reconoce que hay “un malestar generalizado en la población” por la falta de agua, producto de que las nacientes están secas.
“Necesitamos que llueva porque las nacientes están muy secas, pero no ocupamos que llueva aquí en el centro de Aserrí, sino en la parte alta, que es donde se ubican las nacientes”, explicó el funcionario.
Alarma. Ante el panorama desfavorable que afrontan los habitantes, las autoridades municipales aseguran que, mediante reuniones con otras entidades, están diseñando planes para mitigar el efecto de la sequía.
Entre las medidas de contingencia, el municipio resolvió no aprobar proyectos de construcción de grandes dimensiones que impliquen importantes necesidades del líquido.
“Es necesario controlar el crecimiento urbano para ir regulando el impacto. Tenemos que plantear proyectos de reforestación en la zona. Hace falta mucha concientización”, concluyó el jerarca Valverde.